• EN ESPAÑA. A los 19 emigró tras su destino y hoy “estaciona” enormes naves que llegan de todo el mundo hasta el aeropuerto de Madrid

ESPAÑA. Hace 3 años que Gustavo Sartore lleva viviendo como muchos paraguayos en España. Con tan solo 19 años (hoy tiene 22), al llegar al país europeo que lo adoptó, se metió a estudiar en una escuela drones, lugar donde le ofrecieron trabajar como profesor de vuelos, dando clases prácticas y teóricas, ya que allá para poder manejar estos artefactos es necesario tener de manera obligatoria un permiso para el mismo.

“Daba clases de drones en una escuela, ya que acá en España sin una licencia para volar no podés trabajar. Cuando eso tenía 19 años y daba clases para gente mucho mayor. Ese fue mi primer trabajo”, contaba Sartore.

Sus aspiraciones siempre fueron más grandes y uno de sus sueños, hasta hoy, es poder llegar a ser un gran piloto. Una vez que salió de su antiguo trabajo se quedó dos meses sin laburo, así que empezó a buscar otras opciones. Y fue cuando vio el anuncio que decía “se busca carreteador de aviones”. Envió sus datos y por suerte, ¡lo llamaron del aeropuerto de Barajas!

No tenía quizás demasiados estudios como para ingresar al puesto, pero teniendo un curso de técnico en operaciones aeroportuario, lo que le ayudó a ingresar al departamento llamado “Towing”, conocido también como “carreteo”; es decir, las personas que se encargan de ubicar los aviones una vez que aterrizaron. Esto lo hace con ayuda de un compañero que lo guía desde abajo. Esto teniendo todos los aparatos prendimos para poder comunicarse con los demás, lo único que no se prende es el motor del avión.

“Estoy como conductor de Tripulaciones de Iberia, Wamos, Evelop, Air Nostrum y América Airlines. Yo me metí de caradura como siempre digo porque no cumplía ninguno de los requisitos”, recordó Gustavo.

El joven dijo que dentro de todo extraña mucho Paraguay, que anhela algún día volver y poder trabajar en el ámbito de la aviación, ya que cuando él vivía en el país el curso era muy caro y casi imposible de pagarlo.

“Algún día me gustaría trabajar en Paraguay, mi meta es terminar lo que es piloto comercial y empezar a tirar currículum en Paraguay”, terminó diciendo el joven, quien se destaca en Barajas, España.

En Paraguay estudió para ser fisioterapeuta

Ante el alto costo de la carrera de Aviación, viviendo aún acá con su abuela, en el barrio Villa Aurelia de Asunción, Gustavo había tomado la decisión de estudiar Fisioterapia y Kinesiología en una Universidad privada, lugar donde conoció a su esposa con quien ya tiene una bella nena.

“Mi esposa también es paraguaya, la conocí en la Facultad y estamos viviendo acá en España juntos”, contaba Sartore. Dijo que extraña Paraguay ya que la diferencia de un país con otro es mucha.

CIUDAD

Gustavo vive en una ciudad que se llama Anchuelo que queda a 20 minutos del aeropuerto de Barajas, donde él trabaja.

HORAS

Para culminar su curso de vuelo debe llegar a cierta cantidad de horas prácticas, pero por la falta de tiempo aún no pudo completarlas.