• CARRERA SIN CABALLOS. La pintoresca competencia de corridas mueve apuestas millonarias y hasta las mujeres corren

La fiebre de las carreras en el interior del país está creciendo a pasos agigantados; es más, se está tomando tan en serio que los corredores tienen entrenadores personales y todo. No hay nada improvisado, ya que este deporte mueve millones de guaraníes en cada desafío.

En la última competencia que se disputó en la ciudad de Altos, los atletas corrieron por ¡20 mil dólares por el ganador!, suma que aportan algunos patrones curepas por sus “caballos”. Estos vienen desde Buenos Aires para apoyar a los velocistas paraguayos, según comentó a Crónica Roque Chamorro, un participante de estas carreras.

El “number one” de ese momento era Mauricio, quien aceptó correr en contra de “Todoterreno”, con una ventaja de dos metros para el desafiante. Esta “luz” le costó al campeón su puesto, ya que jamás pudo dar alcance a su desafiante.

La “cancha” estaba llena. Solo los hombres pagan la entrada, que tenía un costo de 30 mil guaraníes, en tanto que los niños y las damas entran gratis. También los espectadores ganan lo suyo, ya que cada uno tiene su preferido ha la apuestakuéra ou ha oho de mano en mano. Solamente en esta corrida hubo más de 500 millones corriendo en las apuestas. Esta disciplina está cada vez arraigada en las preferencias de loperro. Nombre, tales como Freddy Maidana, “Todoterreno”, Mauricio, “Pika’i” suenan fuerte en ese ambiente.

Ni se arriesgan a trampear

En las competencias no hay trampas, ya que los corredores dependen exclusivamente de su estado físico y cualidades atléticas. Además, no pueden arriesgar a quedarse sin “patrón”, ya que muchos de los participantes dependen económicamente de esta actividad deportiva. La credibilidad y la honestidad hacen que los apostadores apoyen a este deporte pedestre, que ya traspasó la frontera de nuestro país.

Las mujeres y los más chicos odispará avei

No solamente los hombres tienen cabida en los desafíos, también las damas se animan a meterle piernas en las competencias y hacen justas entre ellas, donde también los apostadores ponen las fichas por sus preferidas.

Las apuestas van desde 2 millones a 5 millones en el mejor de los casos, dependiendo de la calidad de las nenas veloces, en tanto que los mitã’i ya se animan avei a correr para delirio de la concurrencia, que les hace todo “chúlina” ver competir a los niños en una sana diversión. Los más peques no corren por apuestas, sino por deporte nada más, explicaron.

Hay corrida hasta en España

Esta tradicional competencia ya traspasó nuestra frontera, llegando a la Argentina, Bolivia y hasta la vieja Europa, específicamente a España, gracias a los compatriotas que emigraron por esos lares.

En curepilandia, los “correcaminos” paraguayos corren por millonarias sumas en cada competencia. El monto mínimo por desafío son 20 millones de guaraníes y eso. Debido a la calidad de los velocistas, los patrones de ashá no dudan para venir a apostar en nuestro país.

La apuesta se deposita y luego se corre

Los duelos son realizados por los patrones, quienes salen a buscar un oponente digno de su “kavaju”. Al llegar a un acuerdo con el otro patrón, se realiza el depósito del cincuenta por ciento del monto pactado. Además se llega a un acuerdo de las condiciones del jedispará, ya sea las distancias, si hay ventajas y eso, con unos 20 días de preparación. En el día de la carrera se completa el dinero antes de correr.

Los competidores se preparan con sus preparadores físicos, alimentos especiales, suplementos vitamínicos y eso sí, nada pero nada de alcohol, tampoco pueden abusar del “ya tú sabes”. Hasta las zapatillas de correr son especiales, generalmente son traídas de los Estados Unidos, ya que en nuestro país es un poco difícil conseguirlas. Las más accesibles tienen un costo de 600 mil guaraníes, dependiendo de la marca.

10 SEGUNDOS

Los veloces competidores de primera línea completan una corrida de 101 metros en solo 10”60 he’i. No tendrían nada que envidiar a Usain Bolt.

30 MIL GUARANÍES

Es el costo de la entrada que solo pagan los varones. Los dueños de la pista de carrera son los encargados de promocionar las competencias.