Un partido del torneo de la Liga local de la ciudad de Barrero Grande opa vai de la peor manera posible ante los de 90.
El juez del encuentro oipo’o ikuénta haguáicha por haber cobrado una falta a un jugador.
El vestido de negro metió la mano para sacar la tarjeta de amonestación y allí salió volando otro pelotero al estilo de las películas de “Kun Fu” y le metió una patada voladora en la espalda.
Allí fue servida en bandeja la violencia. Los futbolistas de ambos equipos se trenzaron en un moquete nde tuichapáva. Y para no quedar fuera del festival de tongos, los dirigentes siguieron también con lo mismo, hasta el público presente aceptó el desafío y se peluquearon a patadas en las gradas y en el campo de juego.
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