De una manera muy autóctona, la diputada colorada Marlene Ocampos contó el porqué de la decisión de pedirle a su hija, quien tuvo un ascenso “meteórico”, que renuncie al puesto de directora de Gestión Cultural de la Cámara Baja.

“La Dra. Evelyn está capacitada y preparada para ocupar cualquier cargo. Ella es doctora, abogada, escribana, notario público, tiene posgrado en didáctica universitaria y está terminando su masterado. Además tiene una trayectoria de nueve años en la función pública”, tiró la parlamentaria, como justificando que si por ahí nadie hacía ruido ni decía nada, la millonada que iba a cobrar su hija Evelyn Paola Segovia estaba bien justificada.

En otro momento de su “descargo”, salió al paso de las acusaciones sobre un manejo medio “torcido” de la Gobernación de Alto Paraguay durante su gestión. He’i que todo es por culpa del exdiputado José Domingo Adorno, quien ndaje “no me deja en paz”.

Aseguró que hasta el último guaraní está justificado y que se le presentó toda la papelería a la Contraloría. Tiró también que ella es una “kuña guapa” del Chaco y que va a pelear por lo suyo.