• DE PELÍCULA. La veintena de malevos atacó la casa de Wilfrido Metzinger con fines de robo, secuestraron a todos y al truncarse el atraco, mataron al karai

GUAIRÁ. En la noche del miércoles, cerca de 25 hombres secuestraron y mataron a Wilfrido Metzinger, un alemán que era gerente de la cooperativa Carlos Pfannl de Independencia, departamento del Guairá. “Ellos eran muy íntegros, se dedicaban mucho al progreso de la cooperativa. Wilfrido era el papá de Independencia, le daba vida a los productores, era una persona muy trabajadora”, dijo llorando una vecina del lugar.

El karai estaba en su casa con su esposa y sus cinco hijos cuando llegaron una veintena de hombres con armas largas y automáticas. Tomaron de rehén a todos y le obligaron al karai que le llame a la cajera de la cooperativa. Lo subieron a su propio vehículo y fueron a buscarle a la mujer de nombre Rosana Elisabeth Acosta Benítez. Cuando llegaron a la cooperativa, volái estaban ahí haciendo guardia porque tenía información de un posible asalto. Se produjo una balacera y retrocedieron.

En la huida, por el camino se toparon con una patrullera y se volvieron a tirotear. Los tres volái que estaban salieron del auto y se refugiaron y los maleantes aprovecharon para apoderarse de la patrullera. A solo metros del lugar, en su camioneta le dispararon cinco veces a Wilfrido Metzinger. Su mujer recibió un refilón en el mentón y sobrevivió. “Ella se quedó quietita y ellos pensaron que murió”, contó uno de los intervinientes.

Detienen a rapais sospechosos de ser parte del grupo

Según la mujer que sobrevivió, algunos de los asesinos tenían acento portugués y otros hablaban en guaraní. En horas de la mañana de ayer fue detenido en la zona un rapai totalmente drogado, quien supuestamente participó en el asalto.

Se trata de Wilson Javier Dos Santos, un ciudadano de 21 años, quien admitió haber estado en el atraco aunque nada entendía de español. Fue apresado y en el lugar se seguían haciendo rastrillajes. Los policías ya tenían información de que la cooperativa sería blanco de un ataque. “Nos quedamos unos cuantos porque también había servicio en Asunción por el traspaso de mando”, contó el suboficial Carlos Mercado.