Muchas personas tal vez no tienen la suerte de que se le festeje la fiesta de cumpleaños, momento para compartir con los amigos y familiares. Hay muchas niñas que crecen esperando que llegue esa fecha tan esperada de cumplir los 15 años para tener una gran fiesta, bailar el vals con ese gran vestido blanco y convertir ese momento en algo inolvidable.

Todas esas emociones parecían solo un sueño inalcanzable para Carolina, quien debido a la difícil situación económica por la que está pasando con su familia, el tener una fiesta por sus quince años es algo casi imposible de alcanzar.

Ella y sus cinco hermanos viven en una pequeña casa de hule y terciadas en pleno vertedero en Pedro Juan Caballero, la casa no cuenta con luz ni agua y se las arreglan a diario.

Una pareja que conoció la historia de la familia y de sus sueños se pusieron en campaña y quisieron hacer algo especial por esta joven, golpearon puertas, fueron consiguiendo donaciones.

Muchas personas comenzaron a colaborar y fue así que ese sueño imposible de realizar fue tomando forma.

“Gente de distintas partes de la ciudad e inclusive de compatriotas que se encuentran en otros países dijeron sí a esta noble causa, todo fue tan rápido mucho más de lo que esperábamos”, comentó a Crónica Nathalia López, quien junto a su marido Néstor Benítez se encargaron de juntar las cosas, el vestido, la decoración, la comida.

Además de la torta, la discoteca, el alquiler de las sillas y mesas, todo está listo esperando que llegue la gran noche.

Esperan que las autoridades sumen con luz y agua potable

“Darle esta alegría a esta joven y a su familia en verdad no tiene precio, la gente buena se sumó y dijo sí, solo esperamos que las autoridades locales den su aporte para que esta familia tenga luz y agua potable”, indicó Nathalia.

Agregó que el grupo humano que se formó para la fiesta solidaria se puso como próxima meta llegar a mejorar las condiciones en la que viven, construir una casa de materiales y darles una mejor comodidad.

“De esta manera también demostramos que en PJC no todo es malo, aquí vive gente buena que ayuda a sus semejantes”, dijo.