“Críspulo” se dedica desde chico voi a lustrar todo tipo de zapatos. “Parece que con los sonidos se saca la suciedad”, he’imi.
En la entrada principal de la Municipalidad de Ñemby se encuentra Néstor Capdevila, un lustrabotas que se destaca por su singular servicio entre todos sus compañeros. El capo de 29 años de edad deja mimbi vera los sapatukuéra, pero a un ritmo que le sube hasta el ánimo a todos sus clientes.
El joven, quien es conocido como “Críspulo” por donde va, ya que así se presentó ante sus fieles, con sus cepillos, trapos, su cajita y las botas de los propios clientes ojapo una batucada de la gran siete, que forma un compás que les hace menear los pies a los que acceden a su servicio.
“Desde que yo era muy chico me dedico a lo mismo, antes me iba en Asunción, después se cobró un pequeño impuesto, entonces decidí bajarme en esta zona, y acá estoy desde hace mucho tiempo”, omombe’u el valécho y ya famoso lustrabotas.
“Críspulo” contó que se levanta muy temprano y sobre su bici se dirige hasta el centro de Ypané para tomarse un micro que le lleve directo frente a la Comuna, en donde sus clientes ya le esperan.
“Cuando llego en el centro de Ypané ato mi bici por un árbol para que nadie lleve, y de ahí ya me subo al colectivo que me trae hasta acá, para no pagar tanto pasaje”, aseguró. A lo largo de su trayectoria, el valécho he’i que se fue especializando en el tema del lustre, lo que le llevó a ser ya un capo total en la materia.
“El tema de la batucada me enseñó un primo que también era lustrabotas, así se limpia mejor, parece que con los sonidos se saca la suciedad”, agregó.
La lista negra de los que letradearon a “Críspulo”
Otra particularidad que sobresale del lustrabotas es que tiene ra’e una lista negra de los personajes a los que no les limpia ni por el oro del mundo sus zapatos. En un cartel’i que pegó voi por su cajita, sobresale un “Prohibido rotundo para los cocacoleros, guardiacárceles y el arquitecto Yanin Espínola”, quien al parecer avei le letradeó en una oportunidad ndaje.
“Los cocacoleros solo quieren pagar 500 y sus zapatos están todos rotos, los guardiacárceles si que son re-argeles y tampoco quieren pagar y tienen feroz bota y el arquitecto si que una vez me dio 500’i nomás, por eso ellos son prohibidos para mí”, he’i el personaje de la limpieza de zapatos.
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