Por Juan Duarte

“Claro que costó, pero con la ayuda de algunos amigos que hice acá y un contrato de formación con el Olimpia que firmé, me ayudaron bastante para adaptarme” fue lo primero que dijo Wilson Gabriel Ibarrola Caballero cuando comenzamos la entrevista.

Llegar del interior siempre supone una experiencia difícil para cualquier mitã’i que tiene la ilusión de ganarse un lugar en el fútbol capitalino. Su caso no fue la excepción. El ahora lateral izquierdo de General Díaz, nacido en Acahay, contó a Crónica de sus inicios, de su actualidad en el cuadro Aviador y de sus objetivos futuros.

–¿Qué fue lo que más te costó?

–Al principio, el no jugar siempre, y el estar lejos de mi familia. En la Sub 15 costaba desde lo mental no jugar seguido. Es por eso que ni bien llegaba el fin de semana y luego de entrenar me iba a mi ciudad, para visitarles a mamá y mis abuelos.

–¿Y desde lo económico?

–Sí. Ese primer año fue duro, tenía que vivir en casa ajena. Cuando firmé contrato, pudimos alquilar un departamentito con mi papá.

–¿Cuándo debutaste en Primera?

–Fue cuando ya tenía 20 años. Las oportunidades no llegaban y uno veía que chicos de 17 ya lo hacían. Eso te consumía la cabeza, porque yo estaba en la Reserva y no jugaba. En ese sentido, tengo que agradecerle al profe Mauro Caballero, que me hizo debutar justamente en un partido ante General Díaz en el 2017. Con el profe Éver Almeida volví a jugar dos partidos, pero luego nos comunicaron junto a otros compañeros que ya no iban a contar con nosotros.

–¿Costó salir?

–Me golpeó mucho salir de Olimpia, porque estar ahí es otro ruido. Independiente y General Diaz me dieron la posibilidad de crecer y eso lo agradezco siempre.

UN AÑO

Es el tiempo de contrato que le queda con Olimpia. Estará a préstamo hasta diciembre en el cuadro “Aviador”.

Convencido que se salvan

La sitú de General Díaz no es la ideal en el promedio, pero Wilson está convencido que se salvarán del descenso. “El objetivo es dejar al club en Primera y estoy convencido que vamos a lograrlo. Terminar de esa forma el año sería lo ideal. Tenemos un grupo espectacular y desde el club, pese a los problemas, también están haciendo todo lo posible para que nos podamos mantener. Después, obviamente me gustaría tener la posibilidad de volver al Olimpia y tener mi revancha”, aseguró.

Papá y mamá antes de los partidos

Escuchar la voz de su papá (Eladio Ibarrola) y su mamá (María Dominga Caballero) es un ritual que Wilson siempre cumple al pie de la letra antes de cualquier chute. “Mi papá de hecho suele estar en los partidos, pero igual lo llamo, al igual que mamá. Ella todavía no me vio jugar porque vive muy intensamente y prefiere mirar por la tele”, añade.

Otra persona que Ibarrola recordó muy especialmente fue a su abuelo paterno, cuyo sueño era verlo debutar con la casaca de Olimpia. “Siempre preguntaba si en la tele me nombraban con mi apellido materno, por suerte ya le cumplí el sueño de verme debutar con la camiseta de Olimpia”, concluyó.

Una cruz en la cabeza a causa de la Biblia

Wilson recuerda la vez que le tocó concentrar por primera vez con el plantel de Primera de Olimpia. “Cómo olvidarlo. Ale Silva me llamó para raparme la cabeza y como vio que Tomás Guzmán estaba leyendo la Biblia, me hizo una cruz en la cabeza. Yo estaba feliz por compartir con grandes ídolos, pero a la mañana siguiente, cuando bajé para desayunar, Martín Silva me retó por haber dejado que me hagan eso. Imaginate, yo estaba viviendo un sueño y el tipo me retó por algo que otro me hizo”, contó entre risas.