Él no era un santo y por venganza su pareja empezó a mensajear con un chico más joven. Decidieron seguir juntos, el problema es que cuando están solos le viene a la mente que hubo otro, y le da una rabia y celos.

Hace 8 años conocí a la mamá de mi hija, es profesora en el colegio donde yo también daba algunas clases dos veces por semana, después dejé el empleo pero nos seguíamos encontrando. Nos enamoramos, nos queríamos mucho, yo le quiero mucho a ella porque nos costó mucho estar juntos, su familia se oponía porque decía que yo no ganaba lo suficiente, pero logramos por fin vivir juntos.

Sus padres no me querían, recuerdo ni mis cuñados, porque decían que yo era muy poca cosa para la joya de la casa, en aquel tiempo, ahora ni la hora ya le dan. La verdad creo que no les gustaba la idea de perder a la “cajera”, porque ella era la única que aportaba en la casa, después dejó de darles plata y “si te visto no me acuerdo”. Pasó un tiempo y tuvimos una hija hermosa, que es la inspiración mía todos los días para salir a trabajar y ganar la platita para comer. El motor de mi vida que me alegra los días.

El problema es mi novia, que en estos últimos meses se comportaba extraño conmigo, parecía que me odiaba, había sido eso era porque gente mala le contaba cosas de mí que no son ciertas. Le decían a ella que era una cornuda, que yo le daba toda mi plata a otra mujer, pero me extraña porque ella sabe cuánto gano y qué es lo que aporto en la casa.

En fin, por no hablar conmigo, yo pienso que me condenó sin tener pruebas y quiso vengarse de mí y empezó a mensajear con un chico más joven que ella. De todo eso me vine a enterar mucho después. Bueno, a mí primero me vinieron con el chisme, pero yo le creí más a ella, pero en uno de esos días viene mi hermano y me advierte de lo que ella estaba haciendo porque él le vio con el fulano. Así que yo no le dije nada sino que empecé a investigarle para saber la verdad. Le saqué su teléfono a escondidas, vi un número que para mí era extraño y le mensajeé como que yo era ella supuestamente.

Así fui descubriendo todo, efectivamente se metió con un pendejo de 23 años, ella tiene mi edad y armé los argumentos necesarios para hablarle. No me negó nada y llorando me pidió perdón, me dijo que a mí nomás me quiere y que solo conmigo quiere estar. Y yo le acepté, lo hice porque ella me dijo que por rabia nomás hizo lo que hizo y que yo soy el amor de su vida. Para ser sincero yo también le puse muchísimas veces los cuernos, solo que esta vez que le contaron no fue cierto, la primera vez que me estaba portando bien y las chismosas del barrio le inventaron de todo.

Ahora no sé qué hacer si mando al tacho todo o realmente de corazón le perdono y empezamos todo de nuevo. El problema se da en la intimidad, cuando estoy con ella y empiezo a besarla me viene a la mente que otro la tocó, y me da una rabia y celos pensando que él es mejor que yo. ¿Cómo hago para superarlo todo?

“Descubrí todo y tuve los argumentos necesarios para hablar con mi señora, quien no me negó nada y llorando me pidió perdón, me dijo que a mí nomás me quiere y que solo conmigo quiere estar”

ANDRÉS, DE ASUNCIÓN, 27 AÑOS.

RESPUESTA: PROCESAR LAS EMOCIONES Y DAR VUELTA LA PÁGINA

Si decidieron permanecer juntos, deben mejorar todo

Si decidiste permanecer junto a tu pareja debes tomar además el compromiso de mejorar la relación, ver los motivos que desataron el problema, ya sea falta de comunicación, necesidades insatisfechas porque según confiesas muchas veces vos también tuviste la opción de ser infiel y lo fuiste. Si las cosas no mejoran en la intimidad, ambos consulten cuáles son las alternativas para superar las secuelas de lo que dejaron morir: la confianza.

Deben fijarse metas y objetivos como pareja. Si ambos trabajan por mejorar la relación, hay muchas probabilidades de lograrlo. Pueden pasar años antes de que perdones realmente una infidelidad, lo importante es trabajar esas emociones, buscar la forma de no bloquearte por la inseguridad que se genera después de una experiencia así.

Esa sensación de inestabilidad se da en varios aspectos personales, no solo se refieren a la incapacidad de volver a confiar en la otra persona, sino dejar de plantearse ciertas cosas como si ¿soy mejor o no que el otro?, o ¿qué tendrá él que no tengo yo?, por dar algunos ejemplos.

Si queremos seguir es necesario expresar nuestros sentimientos e inseguridades, reiniciar con una base de sinceridad y comunicación. Por mucho que pueda doler, es necesario hablar acerca de lo ocurrido con esa persona. Si queremos aprender a superar una infidelidad y seguir con nuestra pareja, es primordial volver con energías renovadas y bajo una nueva perspectiva de la relación. Después de analizar el engaño y las emociones en todo el proceso, llega el momento de dar vuelta la página.