“Tengo fe que nuestro país será el menos azotado por todo este virus que lastima al mundo”, dijo la señora Del Socorro Rivarola viuda de Antonich (71), mientras sostenía con fuerza la bandera de paraguaya, esperando la hora de la oración.
A las 8 de la noche suena la sirena, desde que empezó la cuarentena toda la vecindad se pone a rezar usando la tecnología, al menos hasta que las personas tengan permiso de regresar a las iglesias.
“El Covid-19 cambió el estilo de vida de las personas. Las familias encuentran nuevas maneras de apoyarse y ayudar a su comunidad”, indicó Rosario Noguera, otra vecina.
En esta ocasión el padre Miguel Castro recorrió, junto con un acompañante que hacía la transmisión en vivo, permitiendo que todas las familias del barrio Pitiantuta siguieran la procesión del Santísimo Sacramento a través de las redes sociales.
“Hace tiempo que usamos, en momentos de oración, cadenas de oración, pedidos, pero la primera vez que todo un barrio y parroquia o ciudad están conectados. Ayer en Facebook en vivo estuvieron más de 500 personas pendientes”, indicó Ysbel Irala de Cabrera, catequista del Centro 7 Sagrada Familia, de la parroquia Sta. Catalina de Siena.
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