La endulzó con palabras hermosas y ella dudó, pero después aceptó, hace un mes que salen juntos esperando a ver qué pasa más adelante

Hace 10 meses terminé con mi novio. Hace aproximadamente un mes le conocí a un muchacho muy lindo de casi 25 años, ya lo conocía antes, pero nunca llegamos a hablar, con decirte que ni el saludo.

Sí tuvimos una ocasión de compartir casi media tarde una vez, hace tiempo ya, por lo visto se fijó en mí y al día siguiente empezó a agregarme a todas las redes sociales, al Facebook, me siguió al Twitter y ya después me escribió al celular.

Empezamos a chatear normalmente como amigos, todos los días, hasta que un día me pidió para vernos. Primero dudé bastante ya que este muchacho tiene novia, pero después acepté.

Salimos a pasear un viernes, me di cuenta que en un segundo nos llevamos superbién, teníamos mucho en común. Así, él poco a poco fue comportándose de manera muy cariñosa conmigo, me abrazaba, me daba besos en la mejilla, fue muy respetuoso y caballeroso, en ningún momento intentó propasarse conmigo, intentó besarme en la boca, pero yo no permití, era consciente que tenía novia y eso del beso no era lo correcto.

Al día siguiente me volvió a invitar a salir, acepté de nuevo y fuimos a dar una vuelta, fue increíble, se portó muy cariñoso, romántico, tierno, detallista, como si yo fuera su novia.

Me escribe todos los días, se acuerda de mí en las mañanas y por las noches me llama, él está trabajando en otra localidad y temporalmente va a vivir ahí, pero los 2 somos de la misma ciudad.

No voy a negar que estoy bastante enganchada ya con él, que el tiempo que nos conocemos es poquito, pero ya le estoy tomando mucho cariño. Sin querer queriendo alguien me contó que está ¡casado!

Yo soy muy frontal, me gusta decir las cosas que pienso, hablé con él, fui directo al grano, le conté que me gusta mucho, que me encanta estar con él, que ya le estoy empezando a querer, pero le pedí que sea sincero conmigo, que me cuente cuáles son sus intenciones conmigo, qué pretende, ¿qué papel juego yo siendo que él tiene su señora y se comporta así conmigo?

La respuesta que recibí me sorprendió bastante, me dijo que sentía lo mismo que yo, que le encanta estar conmigo, abrazarme y demás cosas tiernas, me dijo que soy una chica muy hermosa y muy buena, que no me merezco ser la segunda…

Le pregunté qué íbamos a hacer con todo esto, me dijo que dejemos que las cosas surjan solas, que nos conozcamos a ver qué pasa más adelante.

Todos los días vive pendiente de mí, me llama, me dice que me extraña mucho, que me necesita, cada 15 días tiene libre y viene a su casa, ya son 3 veces que salimos en buena onda, pero no pasa de abrazos y besos en la mejilla porque yo no permito lo otro.

Yo le dije que sí, acepté que dejemos pasar el tiempo a ver qué pasa, pero que yo no voy a ser el segundo plato en su mesa, eso le dejé bien en claro, que si busca eso yo me voy a alejar y me pidió por favor que no me aleje de él.

Estoy confundida, no sé qué hacer porque estoy ya muy ilusionada, no quiero sufrir, mi objetivo es tratar de llegar a enamorarle, conocernos y que termine su compromiso, pero no sé, tengo miedo que no pase eso y me estoy arriesgando.

Yo siento que él siente algo por mí, y quiero pelear, quiero luchar, por eso es que aguanto.

Su señora es muy conocida aquí en la zona y los celos que siento al ver cuando llega de visita son inexplicables, necesito su consejo por favor. ¿Qué piensa usted de esto? ¿me puede ayudar dándome su opinión? Ayúdeme a saber qué puedo hacer.

Le agradecería infinitamente su respuesta. A lo mejor hay chicas que están pasando lo mismo que yo y tal vez esto les ayude.

Esa es mi historia, no sé qué hacer, estoy desesperada, desde ya muchas gracias por este espacio y su tiempo. Saludos y bendiciones.

“Me dijo que sentía lo mismo que yo, que le encanta estar conmigo, que soy una chica muy hermosa y, que no me merezco ser la segunda…”

ROSALÍA, DE MISIONES, 21 AÑOS

RESPUESTA: EL FLECHAZO DE CUPIDO

Toca asumir el control de las emociones sin perder el norte

Tus valores tienen que estar en primer lugar, de lo contrario ese sentimiento culposo de estar haciendo algo incorrecto te seguirá. Uno de los dilemas emocionales bien profundos que puede experimentar alguien en nuestra cultura podría decirse que es enamorarse de una persona casada.

Muchas veces es cuestión de instinto y razonamiento, pero cuando uno se enamora medio que pierde ese norte, se deja guiar por las emociones. Y como no podés saber (porque no existe la bola de cristal) si este muchacho está jugando a dos puntas o realmente está como vos en la indecisión por culpa del flechazo de cupido, te toca asumir el control de tus emociones.

Si estás confundida a tal punto que no te permites ver las cosas con claridad, por más que ya se echaron “ojo” conviene esperar antes de entregar por completo el corazón. No alimentes un falso concepto de romanticismo porque la mayoría de las veces este amor es sinónimo de sufrimiento por la falta libertad para realizar planes sencillos de cualquier enamorado.

Pedile a tu enamorado que al igual que vos haga el ejercicio de elegir, recordando que toda elección exige algún tipo de renunciamiento. Y la gente opinará y comentará, pero la única que tiene la última palabra y el sentimiento en el corazón sos vos, los consejos son más para reflexionar.

Hay personas que pueden generar una serie de emociones y sensaciones, pero a cuyas vidas se ha llegado algo tarde, pero se dice que en la guerra y en el amor todo vale. Todo dependerá de tu escala de valores, aceptar o no salir con esta persona que tiene su compromiso. Si ambos sienten una atracción única sería importante que colocaran las cartas sobre la mesa y encontrar juntos un camino o la decisión al caso.