La pandemia la agarró de sorpresa cuando Laura Santacruz (20), se disponía a realizar por segunda vez el cursillo de ingreso para la carrera de Química en la Universidad Nacional de Asunción (UNA). La situación la dejó con las ganas de lograr su meta anhelada, entonces pensó en realizar algo que la mantenga ocupada y de paso la pueda ayudar a generar sus propios ingresos.

“El tema comenzó todo con la pandemia. Me interesé con mi familia en hacer panes para no ir a comprar a cada rato y de esta forma no exponernos tanto al virus. Ya venía haciendo el pan y entonces hace una semana se me ocurrió hacer el bollo. Hice, alcé en mi estado y fue impresionante la aceptación que tuve. Ahí la gente me empezó a pedir y de ahí no paro”, contó la joven de Ñemby a Crónica.

Fue hace una semana recién que empezó con la venta de bollos y los pedidos le llegan de toda Asunción y Gran Asunción. “La verdad que al parecer la cuarentena ayuda en algo porque muchas personas se quedan en sus casas y entonces tienen la opción de pedir delivery o venir a retirar para poder disfrutar en la casa los bollos”, relató.

Agregó que el secreto está en hacer un bollo bien artesanal y con rellenos bien cargados. “A mi siempre me gustó hacer facturas desde chica y siempre esperaba al comprar un bollo por ejemplo que tenga buen relleno. Por eso yo cobro el precio que realmente corresponde, pero hago con buen relleno, bien cargado”, contó la joven.

De chiquitita “jugaba” a hacer masitas

Laura es una amante de las cosas dulces. Siempre probaba hacer masitas en su casa como un juego. Le gustaba cocinar con su mamá para que luego la familia entera pruebe sus “especialidades”. Pero nunca se imaginó que este rubro sería hoy día un emprendimiento que le de tanto éxito. “Pensaba alguna vez tener una tienda de ropas o algo parecido. Siempre quise emprender pero no me imaginé nunca que sería en confites”, aseguró.

La joven hace los bollos de dulce de leche, dulce de guayaba y crema pastelera y los vende a 3.000 guaraníes cada uno, mientras que se está preparándo también para lanzar un nuevo sabor de relleno, que es con dulce de frutilla que tendría un costo de 4.500 guaraníes. Recibe los pedidos a través de sus redes sociales: en el twitter está como @laurisantacruzm y en instagram la encontrás como @mburukujapoty, que es el nombre de su emprendimiento. Ella hace envíos a Asunción y Gran Asunción y los que deseen también pueden buscar de su casa, en Ñemby.

Se prepara para estudiar el año que viene

Laura sueña con ser química farmacéutica. El año pasado ya probó en el cursillo de ingreso y lamentablemente no le fue bien. Pero como no se deja vencer, Laura decidió volver a probar este año pero con la llegada de la pandemia no pudo ser posible y está posponiendo el estudio para el 2021. “Me gustaría poder mantener este negocio a la par que estudio. Me ayuda mi hermana de 29 años. Mis padres en principio fueron los que me dieron el empujoncito para poder arrancar y ahora ya estoy haciendo sola todo”, contó.