El joven dice que no quiere generar odio hacia la persona que le dejó en las condiciones actuales, sino que la gente tome conciencia de que si maneja ka’úre, pone en peligro no solo su vida sino que la vida de inocentes.

Eran las casi las 9 de la noche del 19 de diciembre del 2018 cuando Mauro Sánchez terminaba su último examen para pasar al tercer año de la carrera de Análisis de Sistemas en una Universidad privada. Feliz por la nota que había obtenido, se dirigía a su casa en su vehículo para compartir su alegría con toda su familia, cuando de repente al llegar a la zona de Acceso Sur, un fuerte impacto cambiaría su vida y la de sus seres queridos.

A casi dos años de aquel accidente que lo dejó en silla de ruedas, el joven cuenta que ya perdonó al ebrio que le había dejado en esas condiciones, pero que necesita de la ayuda de este para seguir con su tratamiento porque en ningún momento aquel hombre se acercó a la familia a pasarles ni una aspirina.

“Ese día volví a nacer, no le guardo rencor al que me dejó en estas condiciones, acepté las cosas como son… Me tocó a mí y así tengo que vivir con esto. Ahora, después de muchísimo tratamiento en un hospital de alta complejidad en España, en donde estuve internado durante cinco meses, estoy moviendo el brazo, con cierta dificultad. Allá me dijeron que este proceso para una posible recuperación en mis miembros superiores llevaría por lo menos tres años más, pero volver a caminar solo depende de Dios, y yo ¡creo en milagros!”, expresó.

POLLADAS

“Estuve varios meses internado en un hospital de España, gracias a muchísimas polladas y actividades de mis amigos. Volví en marzo de este año. Llegamos al país un día antes de que se cierren todas las fronteras y los vuelos fueran prohibidos, debido a la pandemia”.

“Yo volvía de la Facultad, él de una fiesta”

“Solo pido que se haga justicia, para que no le pase lo mismo a otra persona. Hay muchas formas de volver a casa, no digo que no tomen, solo que no manejen estando tomados. El muchacho que me accidentó volvía de una fiesta de fin de año de su trabajo. Yo volvía de mi Facultad y él de una fiesta. Yo estoy en silla de ruedas y él sigue su vida normal, nunca se acercó para ayudarnos”, he’i.

“En todo momento tomé lo del accidente con resignación. Estuve consciente en todo momento, incluso estando tirado en el suelo y sin poder moverme. Le pedí a la gente que me sacara fotos para que le enviaran a mi familia”, contó sobre lo que vivió en ese momento.