En 22 días de caminata Abelino llegó hasta la capital empujado por la rabia de una injusticia: denuncia que fue descontratado injustamente por el Ministerio de Salud.

• POR RODRIGO VALDEZ
• @rodrisamuvaldez

Para el imaginario de la gente, el acceso al Chaco paraguayo es una travesía dificultosa. Se lo percibe tan denso como misterioso. Desafiante para cualquiera que se quiera aventurar en su interior. Es por eso que algún día los libros de historia podrían contar que don Abelino Díaz (63) cruzó gran parte del Chaco ¡a pie! Y no paró. Siguió ¡hasta llegar a Asunción! En total, el karai caminó ¡700 kilómetros en 22 días!

Don Abelino transitó en soledad desde La Patria, zona fronteriza con Bolivia, ubicada en el distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, hasta la sede del Ministerio de Salud, de Asunción, movido por un solo motor: protestar. Gran parte de su trayecto, lo hizo sobre una superficie de dominio exclusivo de animales salvajes y peligrosos. Despertaba a la luz del alba y caminaba durante horas en dirección al sol. Paraba al mediodía y descansaba. Luego a lo mismo: caminar, hasta poco antes que oscurezca cuando paraba para buscar un lugar para acampar.

“El 3 de marzo salí de La Patria con un carrito del cual cuelga la bandera paraguaya. Allí coloque mi camping, algunas provisiones y salí empujándolo, y hoy (por ayer) llegué hasta el Ministerio de Salud para protestar. En total hice 700 kilómetros en 22 días”, contó a Crónica.

“Llegué caminando, ni una sola vez subí a ningún bus, camión o automóvil. En el camino tuve miedo, no cualquiera se animaría a cruzar a pie el Chaco, pero en todo el trayecto hablaba con Dios. Él me protegió de todo mal”, aseguró.

En algunos días, el cielo despejado se oscurecía y comenzaba a llover. En otros, don Abelino los pasó exhaustos debajo del implacable sol y combatiendo con agua que juntó de la lluvia o de algún tajamar.

“El agua que llevaba se acabó en dos días. Tengo 63 años y no sé como aguanté, solo pudo ser gracias a la ayuda de Dios. Cuando cruzaba el Chaco vi yaguareté, víboras, simplemente levantaba la mirada y seguía. Yo solo quería llegar a Asunción y así lo hice”, finalizó.

SACRIFICIO

“Yo creo que soy el único paraguayo que cruzó el Chaco a pie. Mi sacrificio fue en señal de protesta por mi desvinculación sin razón”, sostuvo.

DESPIERTO

“Por las noches tenía miedo. En los primeros días me mantenía despierto porque no sabía qué podría pasar si me dormía”, aseguró el valiente hombre.

Durmió en el bosque, en comisarías…

“Por las mañanas y tardes caminaba y caminaba. No comía mucho, más me hidrataba. Cuando daba la noche, paraba. Me tocó dormir en el bosque, al costado del camino, en comisarías… A los policías les estoy muy agradecido por la ayuda que me brindaron”, comentó.

“En algunos tramos fue complicado ubicarse, hay caminos de todo tipo”, aseguró. Contó que los camioneros le decían para acercarle, pero él decía que no y les agradecía.

“A los camioneros les estoy muy agradecidos, ¡qué personas de bien son! Todos me ofrecieron ayuda, pero yo tenía que llegar a pie a mi destino, y así lo hice”, añadió.

“Tal vez soy el primer paraguayo en cruzar a pie el Chaco. Lo voy a averiguar”, finalizó.

Contó el motivo de su sacrificada peregrinación

Cuando entraba en las diferentes localidades, la gente que le cruzaba le miraba con intriga y algunos, desconcertados, se preguntaban: “¿Qué hace, a dónde va?” “Yo les contaba que iba a Asunción a protestar y denunciar lo que me hicieron”, confesó.

Don Abelino contó que su peregrinación fue en señal de protesta.

“Yo soy licenciado en Trabajo Social y tomé esta decisión para denunciar lo que me pasó. Luego de 11 años y 6 meses fui descontratado por el Ministerio de Salud de mi labor en el Centro Antirrábico Nacional. Yo no cometí ni un error. Ni siquiera me indemnizaron. Es por eso que estoy aquí frente al Ministerio de Salud. Si no me hacen caso me voy a encadenar aquí. Espero alguna solución. También me sumo a las protestas que se da en el país”, finalizó.