Por segundo año, un Domingo de Ramos atípico es el que se dio ayer a causa del virus maldito. Las iglesias siguieron con la misa virtual y una mínima cantidad de feligreses que estaban presentes. Lo que imperó en muchas parroquias, sobre todo en las más importantes, como la Catedral de Asunción, es la automisa. De esta forma los fieles recibieron la bendición de las palmas desde sus vehículos.
La celebración fue acompañada por un grupo significativo de personas. No hubo aglomeración y los sacerdotes pasaban a realizar la bendición auto por auto.
La parroquia María Auxilidora de Asunción también se sumó a esta modalidad y, al respecto, el pa’i Nilo Zárate explicó cómo se vivió este año el Domingo de Ramos.
“Muchas parroquias han puesto todo de sí para que las personas puedan participar de forma directa y otras eligieron la modalidad virtual”, expresó.
De esta forma, la iglesia católica trató de mantener la tradición de fe y esperanza que practican por siglos.
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