• POR GUSTAVO VILLAMAYOR

Loperro omba’apocénte voi, no importa las condiciones ni el sacrificio, siempre y cuando el trabajo sea honesto y legal para llevar el sustento diario a la casa. Todo sea por mantener dignamente a los retoñitos, para que no les falte para sus alimentos ni para sus estudios. Por lo visto la ñande compatriotakuéra tienen ese espíritu de hierro, o en este caso de piedra, ya que los trabajadores de las canteras de Emboscada siguen trabajando sin pausas ni descanso, pese a que las ventas bajaron abruptamente a consecuencia de la pandemia de coronavirus que hace estragos en todos los ámbitos nde bárbaro, golpeando por doquier la economía del país. Pero les sacamos el secreto a los pedreros mba’éichapa le combaten a este virus demoniaco.

“Etiqueta con limón y eirete o pomelo, ndaipóri virus ojáva ñanderehe, ápe paraguayoitépe hína”, declaró Daniel González a Crónica ha lomitã opukapaite voi.

Luego comentó seriamente, “ndaipóri mba’eve ahora con el tema de las ventas, bajó todito pero da todavía para salvar el puchero diario”, dijo al referirse a la situación de los picapiedras.

Luego dijo, “ndaipóri mba’eve otro lado-pe para dedicarte a otras cosas, por eso sigo trabajando acá en la cantera, acá no hay feriado, verano o invierno, acá se trabaja desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde preparando la piedra bruta o el que le llamamos rompecabezas”. En tanto que Javier González he’i “oguapypaite la venta, ahora no hay nada, silencio, oparapaite, pero igual venimos a la cantera para preparar nuestra mercadería por si aparezca un interesado”. Hendy legalmente la situación de estos compatriotas que tienen que trabajar sin parar, sin importar el calor, el frío o la lluvia.

“Roity va’erã hese hilo para que no nos falte la piedra”

Los muchachos que trabajaban en esa mina de piedra le tienen que pagar un porcentaje por cada carga vendida. “Nosotros pagamos una especie de alquiler al dueño del terreno. Le pagamos un porcentaje por cada carga que vendemos, cada compañero tiene ya luego sus clientes. Ellos vienen para comprar la piedra, nosotros nos encargamos de cargarlo entre todos. Acá nos ayudamos así nomás luego porque no tenemos maquinaria para cargar los camiones”, dijo Bernardo Sánchez a nuestro medio. Acá no hay tu tía, ni dolor de espalda o de cintura mba’e, “preparamos para tres o cuatro cargas por día ahora. Antes de la pandemia era más sacrificado”.