Roxana Franco y Vanesa Valdez, funcionarias del Hospital de Clínicas, relatan el día a día en medio de la lucha en el patio del hospital.

• POR PAÚL FERNÁNDEZ
• paul.fernandez@gruponación. com.py

Producto de la necesidad y la desesperación, nació un gran acto de amor. Un gran sentimiento de empatía los unió y hoy son ellos los que están luchando junto a todos aquellos que están en medio de la batalla contra el maldito virus.

La fuerza les brotó luego de recibir el más duro de los golpes: también perdieron a los suyos. Así son los voluntarios que integran la carpa de la contingencia en el Hospital de Clínicas, quienes desde hace un tiempo están dando un poco de “oxígeno” a los familiares de los pacientes internados en dicho hospital.

“Yo perdí a mi papá hace cinco meses. Roxana me invitó para hacer esto, pero me negué y me enojé luego porque era muy reciente lo de mi papá. Pero después acepté y fue lo mejor que me pasó en este tiempo”, dijo a Crónica Vanesa Valdez, una de las organizadores de este grupo.

Ella, junto con Roxana Franco, su amiga y compañera de trabajo, llevan adelante esta iniciativa en donde ponen un hombro a todas las personas que buscan contención en estos tiempos.

“Empezamos con platos de comida pero hoy estamos hasta dando medicamentos a muchos pacientes. Todo eso gracias a las donaciones que recibimos de parte de la gente que también batalló contra el bicho”, expresó Roxana a Crónica.

Agregó que “acá enfrentamos nuestro duelo ayudando a la gente. Más personas que perdieron a sus familiares se van uniendo porque saben lo que se vive”.

Festejan alta y lloran a los fallecidos

Pese a que pasó poco tiempo desde el inicio de la carpa de la contingencia, tanto Roxana como Vane contaron que se sienten parte de las personas que siguen la lucha en el hospital.

“Cuando vienen junto a nosotros, si nos cuentan que ya tienen su alta, nos ponemos muy contentos y festejamos. Pero muchas veces al mismo tiempo nos avisan del fallecimiento de otro paciente y nos ponemos a llorar”, contó a Crónica Roxana.

Vane, quien no contuvo las lágrimas al recordar a su padre, dijo que en ese lugar encuentran el consuelo que necesitan después de haber sufrido en los pasillos de hospitales. “Nos llena trabajar para la gente”, expresó.

Donan también medicamentos a otros hospitales

Ambas organizadoras son funcionarias administrativas del Hospital de Clínicas. Contaron que la necesidad cada vez es más fuerte mientras familias enteras terminan por culpa del maldito virus. Roxana dijo que muchas personas, en medio de la batalla contra el virus con familiares en UTI, deciden entrar en el voluntariado para poder ayudar también a vencer a esta enfermedad.

“Están acá ayudando y cuando se les necesita, van. Así es este trabajo”, aseguró. Explicó que por medio de eso están canalizando medicamentos donados hasta otros hospitales del departamento Central en donde la realidad es más cruda y la necesidad más dura.