- POR RODRIGO VALDEZ
- (@rodrisamuvaldez)
Sobre la calle Colón de Asunción pasa de todo. Gente que camina a gran velocidad como si fuese que el tiempo se puede acabar. El tráfico caótico. Los bocinazos y el ruido de los colectivos y automóviles no dejan escuchar nada.
Pero nada de esto es novedad para el hombre en cuestión. Hace 62 años que lo vive y lo respira, mientras reitera su rutina: todas las mañanas, don Ángel Ayala (78) abre la puerta de su peluquería sobre Colón, enciende el ventilador, la radio, prepara las tijeras, se calza el guardapolvo y se sienta, por último, a esperar la llegada del primer cliente.
Don Ayala es en toda la ciudad el peluquero vivo que más tiempo lleva atendiendo el mismo negocio en el mismo lugar: “Desde 1966 que estoy aquí, haga frío, haga calor o llueva”, dijo orgulloso la leyenda viva de los salones para hombres: la peluquería Ayala.
Ayer se recordó el día del peluquero y don Ayala lo festejó como siempre, en su local, atendiendo a sus clientes. “Pocos saludan a los peluqueros en su día. Pero esos pocos saludos llenan el alma”, confesó.
A la consulta de si alguna vez dará el paso al costado, el capo peluquero dijo que “con esto mantuve a mi familia. Ahora mis hijos quieren que ya deje de trabajar, pero no lo hago porque eso me va a hacer mal. Creo que voy a seguir hasta siempre. Gracias a Dios gozo de buena salud”, comentó.
“Hacer un corte es un arte para mí. Yo lo hago de manera tradicional y tengo mi forma de hacerlo para que el cliente salga a gusto. Eso es lo único que importa y gracias a Dios lo vivo intensamente desde más de 6 décadas”, finalizó.
De lustrabotas a realizar su primer corte
Hoy don Ayala festeja 55 años en su local. “Aquí estoy hace 55 años, pero yo comencé 7 años antes en otro lugar y de una manera muy especial”, recordó. “En 1953, cuando tenía 10 años, no iba a poder ir a la escuela porque no teníamos plata. Entonces, fui a pedir trabajo en la peluquería Ruiz Díaz, frente a la Aduana. Don Demetrio, dueño del local, me ofreció para lustrar zapatos y así comencé. Mientras realizaba mi labor de lustrabotas miraba cómo hacían los cortes y observando fui aprendiendo. Hasta que mi primer corte lo hice un 6 de enero de 1960. Don Demetrio y otro señor que trabajaba allí de apellido Báez me enseñaron todo lo que sé”, contó.
Los cortes a lo yma volvieron con todo, comentó don Ayala
“Tengo 78 años y ahora estoy trabajando solo, los que estaban conmigo se independizaron y ya no están”, dijo don Ayala. El hombre de las tijeras dijo que la pandemia lo afectó mucho en cuanto a la clientela y lo económico. “Yo ya tengo mis clientes, pero ahora vienen cada tanto por esta cuestión de la pandemia”, dijo. “Anteriormente, en el mejor momento, entraban 30 a 50 clientes, ahora si alcanzo 10 soy feliz”, sostuvo.
Don Ayala comentó que los cortes a lo yma volvieron con todo. “Nosotros, los de antes, somos expertos en eso. Allá por la década del 60, los cortes que más se pedían eran el americano y el recorte cadete. Ahora esos mismos estilos te vuelven a pedir, incluso más corto. Volvió la vieja moda”, finalizó.
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