Su cola no para de moverse de la emoción cuando escucha el bocinazo. Sabe que es el momento de comer y ya se prepara para empezar su carrera hacia una empanada, milanesa o una feroz croqueta.

De cariño le pusieron “Boca” y en la mañana de ayer se ganó el cariño de todos por su peculiar amistad con un micrero.

Se trata de un perro que en el barrio Sajonia de Asunción que se ganó el corazón de un chofer de la empresa 37 B, quien desde hace un tiempo comparte todas las mañanas con él su media mañana. Don Víctor Barreto contó que su amistad con “Boca” comenzó hace mucho cuando de la nada llegó hasta la esquina en donde todos los choferes le bajan al tereré rupa. “Muchos le espantaron, pero yo le llamé jugué con él, compré dos empanadas, uno para él otro para mí.

Desde ese día él me espera para comer su empanada. Cuando entro al barrio le aviso con la bocina y a la vuelta sabe que tiene que ir por su comida. Se sube al colectivo entre los pasajeros y agarra su comida”, comentó a Crónica don Barreto. Explicó que todos los pasajeros siempre se quedan muy sorprendidos y emocionados por la gran amistad que tiene.

 

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