“La verdad que no me voy a olvidar nunca, llegar en micro a mi boda fue sensacional”, dijo superfeliz la hoy esposa.

• POR RODRIGO VALDEZ (@rodrisamuvaldez)

Ella iba espléndida rumbo altar, con su largo vestido blanco, cola, ramo, peinado y maquillaje de reina, tacos altos y plataformas. El trayecto lo hacía sentada en la parte trasera de un Mercedes Benz con la ventanilla abierta y pensando solo en el momento de decir “sí, quiero”.

Pero la novia no viajaba en un “Merchu” cualquiera… Es que no era un automóvil o camioneta, y mucho menos una limusina. ¡Iba en un colectivo! Sí, la mujer rompió tradiciones y protocolos matrimoniales y llegó hasta la capilla donde tenía que casarse a bordo de un bus.

“Fue un momento único y la verdad que no me voy a olvidar nunca, llegar en micro a mi boda fue sensacional”, contó a Crónica Dulce Domínguez, quien se unió en matrimonio con José Bazán, su novio de años. Dulce no pagó pasaje. Ella alquiló el micro para hacer algo diferente y también por amor a su ciudad y barrio, pues dice admirar y amar todo lo que hay en ella.

“La boda fue en la capilla María Auxiliadora, de Cabañas, Caacupé, de donde yo soy. La verdad que quería que el micro sea de Cabañas S.A., pero no pude conseguir, entonces alquilé uno de otra ciudad, pero de todas formas la idea era entrar al barrio así, contemplar todo y que la gente se divierta conmigo. Ese era el objetivo, que hacer algo diferente y divertido y disfrutar del lugar”, remarcó.

“En el bus iban mis amigas y mi mamá que le cebaba tereré al chofer (risas). Una amiga hasta hizo la parada y se subió con nosotras en el trayecto. Todo fue alegría”, finalizó.

Le pidió casorio frente al Cristo Redentor

“Llegar en colectivo al casamiento fue lo máximo porque pude ver mi barrio y pude disfrutar de la gente que quiero a bordo. Fue mágico”, dijo Dulce.

La mujer contó que una cálida aula de la Facultad fue el escenario donde Dulce y José se dijeron “hola” por primera vez. Él lo tuvo claro desde el primer instante en que la vio. Quería que aquella bella chica sea su amor para toda la vida. Ella, sin saberlo, dejó que José haga un hueco en su corazón hasta el punto de ocuparlo completamente. En enero del 2020 ambos viajaron a Brasil y José sorprendió a su novia y le pidió matrimonio ¡frente al Cristo Redentor! “Fue otro momento mágico y la idea era casarnos pronto, pero llegó esta pandemia y tuvimos que posponer todo. Finalmente, logramos dar ese gran paso”, dijo Dulce.

Lista y espléndida, una novia se fue en un Mercedes directo al altar para dar el «sí, quiero»👰‍♀️

🧐Pero no era cualquier «Merchu» su vehículo. Ni limosina, ni camioneta, se fue en ¡un colectivo!

Atendé la historia completa: https://t.co/LnGcGy4bcH pic.twitter.com/HwplDzvXZ5

— Diario Crónica (@Cronica_Py) November 23, 2021