Monseñor Ricardo Valenzuela dijo que es muy diferente el ambiente en la Villa Serrana este año, porque la gente viene a buscar consuelo.

Luego de un difícil año en donde muchos compatriotas tuvieron pérdidas, ya sean materiales o familiares, muchos buscan consuelo en la fe, por lo que familias enteras acuden con gran devoción a visitar a la Virgencita buscando consuelo.

“En estos momentos la gente llega con profunda devoción, se les nota más serena, al llegar acá parece que encuentran paz, que es lo que están buscando en estos momentos en donde parece que la pandemia se esta yendo y ojalá que eso sea así. Ese ánimo se ve en ellos, además vienen a rezar con la familia, es muy interesante la actitud de el los, se arrodillan en frente a la Virgen con los brazos en forma de cruz, no sé qué tendrán en su corazón, esa actitud hace pensar que llegan en busca de consuelo, incluso niños se arrodillan a rezar con gran respeto”, comentó a Crónica el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela.

Mencionó que en años anteriores la gente iba más en son de pasearse y de paso llegaban a la basílica a rezar. “es grande la diferencia con la que los fieles llegan en estos días junto a la Virgen, se vive otro ambiente”, expresó.

“He visto mucha gente que viene y llora, quizá por la pérdida de algún pariente, su trabajo o algunas posesiones, se nota que es hondo el sentimiento, quizá de dolor por lo que están pasando. Se siente que hay un profundo respeto por la Virgen. La gente quiere venir y es inatajable, quizá para fortalecer la fe o poca fe que tiene para seguir combatiendo lo que nos queda del covid”, dijo el religioso.

Piden conciencia sobre cuidados

“La fe es muy baja en los países de cultura alta, para ellos, la ciencia, el conocimiento, la filosofía están en primer lugar, eso no es bueno, ya que el ser humano está compuesto de dos elementos correlativos que se sostienen mutuamente que son la dimensión física y espiritual. Por eso tenemos que darle gracias a Dios porque tenemos esta fe que nos ayuda a caminar sobre las aguas de la pandemia”, dijo el obispo Valenzuela.

El sacerdote reiteró a aquellas personas que se están preparando para visitar a la Virgen que tomen conciencia y asuman la responsabilidad de seguir con los cuidados. El uso de tapabocas y el lavado de manos. “Si cumplimos estos requisitos podremos sobreponernos aunque venga una tercera ola”, agregó.

Monseñor Collar pidió frenar la depredación de los bosques

El segundo día de la novena de la Virgen de Caacupé, monseñor Pedro Collar, obispo de Misiones y Ñeembucú, estuvo a cargo de la homilía y recordó que llegamos al tercer año del trienio, año del laicado con el lema: “Al instante se pusieron en camino para anunciar a Cristo”.

Durante su homilía monseñor Collar instó a poner en práctica la palabra. “Promoviendo el diálogo social, trabajando para superar la cultura del descarte y de la indiferencia, prestando atención al clamor de la madre tierra ante la utilización indiscriminada de agrotóxicos, la tala despiadada de los bosques y favoreciendo acciones concretas a favor de la causa común porque todo está conectado”, aseguró.