Ella es Ingrid Noguera, una fanática del Ciclón que no falta a los partidos. Alienta, grita, salta, se come las uñas y, de paso, se roba las miradas de todos en las gradas. Con nervios, espera el partido final contra Guarani.

“No me hice cerrista, yo nací cerrista”, responde contundente al preguntarle cómo se hizo cerrista. “Toda mi familia es fanática de Cerro. Desde bebé ya me iba a la cancha con mi papá, él siempre me cuenta eso”, contó a Crónica.

– Tenés una belleza muy llamativa y últimamente sos una atracción más para los cerristas, tanto en el estadio como en tus redes, ¿te gusta ser admirada?

– ¡Muchas gracias! Creo que a casi todas, para no decir todas las mujeres, nos gusta ser admiradas. Pero en particular, me gusta más que me digan “qué inteligente sos” a “qué linda sos”. De todas formas, no tomo mal los piropos que recibo, siempre que sean con respeto. La exposición es un poco parte de mi trabajo. Tener el cariño y reconocimiento de la gente a mí me suma.

– ¿Vas siempre a los partidos en “La Nueva Olla”?

– Siempre que puedo, voy. En el último clásico por ejemplo no pude estar, porque estuve por Brasil. Pero sigo por internet, radio, lo que sea. Siempre pendiente.

– ¿Cómo vivís los 90 minutos del partido?

– Con nervios, siempre. Los 90 minutos más lo que dure la adición. Los cerristas tenemos un dicho: “Si no sufrís, no sos de Cerro”. ¡Y es así mismo!

– ¿Tenés tu grupo de amigas con las que vas a la cancha o vas sola?

– Síii, voy con mis amigas que también son cerristas.

– ¿Sos de cargarte con tus compañeros periodistas?

– Las cargadas con los compañeros/as son infaltables. De ambos lados.

– ¿Cuál es tu estado sentimental?

– Estoy enamorada de Cerro. Disfruto de mi propia compañía.

– ¿Tenés planeado ya qué vas a hacer, dónde vas a ver el partido contra Guaraní?

– Todavía nada planeado. Pero seguro que nos juntamos en algún lugar a ver. Lastimosamente no hay condiciones para estar en la cancha ese día. Con confianza y humildad, el campeonato va a ser nuestro.