¡Nunca es tarde para cumplir los sueños! Eso lo puede asegurar la señora Nidia Mereles, quien a sus 48 pirulos, después de jugar con sus nietas y atender su negocio, va a entrenar lanzando puños, patadas y hasta haciéndole a las armas a través del Taekwondo.

Ella es nada menos que cinturón negro primer dan, ya le tocó ganar campeonatos y comentó a Crónica qué fue lo que la llevó a iniciarse en el mundo de las artes marciales a su edad.

“El Taekwondo es mi pasatiempo y mi deporte favorito. Una vez llevé a mi nieta a su entrenamiento y me gustó lo que vi, y decidí empezar a entrenar también. Hace 5 años empecé a estudiar, desde cinturón blanco y hoy soy cinturón negro primer dan”, explicó.

La luchadora no solo es una capa con las piernas y las manos, sino que avei la tiene bien clara con las armas. “Mi especialidad son las armas, especialmente los palos de combate. Y me tocó ser campeona y no lo podía creer, porque les gané a las ‘chiquilinas’. Fui para divertirme, me concentré y terminé ganando”, ventiló.

A ANIMARSE

Nidia invita avei a las doñas como ella a que se atrevan a lanzarse al mundo de las luchas, sin que la edad sea un impedimento.

“Yo recomiendo a las mujeres adultas y de todas las edades. A mí me toca cuidar a mis nietas, atender un negocio que tengo en casa y luego salgo a entrenar, 3 veces por semana, una hora. El deporte es lo que nos da vida”, terminó diciendo.

Un dedo roto y una fisura, gajes del oficio

Nidia comentó avei que como en todo deporte el riesgo a terminar con algún golpe leve o con una lesión importante, siempre está.

“Me rompí un dedito con una patada de un compañero, cuando salí campeona me fisuré la pierna, pero se curó sola, justo vino la pandemia y la pausa le hizo bien”, comentó.

La ven y se preguntan: ¿qué edad?

“Las chicas siempre me hablan, algunas tienen vergüenza y me ven y se preguntan cuántos años tengo. Incluso, a veces creen que aparento más que de 48 (risas)”, comentó la guerrera, quien ni ahí luego se siente intimidada entrenando o compitiendo entre mujeres bastante más jóvenes que ella.