Javier Vera subió un video a sus redes sociales mostrando cómo dos ñatos entraron a su vivienda y le rapiñaron el pesebre.

El espíritu navideño ya se siente en todo el país. Varias casas empezaron a brillar de noche con las lucecitas y los pesebres que colocan siguiendo la tradición. Pero en el barrio Cañada Garay, de la ciudad de Luque, la maldad no da el brazo a torcer ni siquiera en esta época de comunión y esperanza.

El señor Javier contó que se llevaron una enorme sorpresa en la mañana de ayer cuando amanecieron con su pesebre mutilado. “Cuando nos levantamos nos dimos cuenta que habían robado parte del pesebre. Nos fijamos en la cámara de la casa y hasta vimos cómo ingresaron a nuestra propiedad, hicimos nuestra denuncia y ahora tenemos que ir a la Fiscalía y aguantar todo ese proceso”, dijo a Crónica el hombre.

Explicó que del juego completo se llevaron a Jesús, José, los tres Reyes Magos y algunos animalitos, por lo que el pesebre quedó incompleto. Javier explicó que si bien el perjuicio es poco, aseguró que no es la primera vez que ingresan a su vivienda, por lo que decidió publicar el video del circuito cerrado en donde aparecen dos maladros ingresando a su casa y alzándose con sus piezas de pesebre.

Don Javier lamentó lo sucedido y agregó que en la zona cada vez se siente más la inseguridad a causa de jóvenes que provienen de los asentamientos que migran de barrio en barrio para poder alzarse con cualquier objeto, que a su criterio lo venden a cualquier precio para poder seguir con sus vicios. “Nada podemos dejar afuera, colocás decoraciones y llevan, plantas también y ahora el pesebre”, tiró.

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“Si reacciono, termino siendo yo el criminal”, he’i el afectado

El hombre comentó que en general estos mondaha siempre terminan libres y son un peligro para los que les denuncian.

“Yo les puedo denunciar, pero después terminan libres. Si me encuentro con ellos en la calle pueden vengarse, conmigo o mis familiares. Y si yo reacciono y les hago algo, termino yo siendo el criminal”, explicó.

Pidió a las autoridades patrullajes en la zona, ya que los chespis se adueñaron de las noches.

Varios vecinos denunciaron que les rapiñaron las piezas

Al parecer, Javier no fue el único al que le mutilaron el pesebre.

Explicó que varios vecinos dijeron avei que fueron víctimas de estos “malandros de pesebres” y muchos prefirieron no hacer sus denuncias, ya que hacían cuenta de que no le harían caso.

“Ese es el problema cuando hacemos la denuncia, tenés que tener tiempo para andar detrás de ellos, por la Fiscalía. Ya les tenemos identificados, nos dijeron que son de un asentamiento que está a un kilómetro de mi casa”, dijo.

Javier explicó que en su caso seguirá con la denuncia hasta que puedan hacerle caso.