Raúl Brítez afirmó que volvió el sentimentalismo en la gente. Las personas valoran más a sus seres queridos ndaje.

Sus manos están siempre preparadas para dar el más puro arte. En su intención siempre estuvo el expresar el más profundo de los sentimientos. Como todo artista sufrió los rigores de la pandemia, del encierro y de la desesperación por no ver clara la salida.

Sin embargo, para Raúl Brítez, hijo de la “ceramista de América”, Rosa Brítez, la pandemia trajo también cosas positivas, ayudó a muchas personas a reconocer que encima de todo están los seres queridos. Él se dio cuenta por medio de sus obras de arte, ya que el sentimiento volvió a través de todos los que durante este tiempo se acercaron a él para poder buscar en el barro, la materia prima de su arte, la más profunda representación de los que fueron estos años.

“La mamita fue la que más se pedía. La pandemia nos vino bien en ese sentido porque creemos que las personas le devolvieron su verdadero valor a la familia. Nos pedían porque querían que lo más importante para ellos esté representado en esa obra que para muchos significa demasiado”, dijo a Crónica el artesano.

La realidad le demostró a este hombre que la fraternidad también volvió debido a que muchos incluso querían que sus pequeñas piezas se convirtieran en el mejor obsequio para aquel que perdió mucho en este tiempo.

La “mamita ángel” nació en los días del encierro

En los tiempos más difíciles nació del barro un pequeño consuelo.

“No significa y no quiero que se la vea como si fuera la representación de la persona que ya no está, sino como la que sigue ahí. Las madres nunca mueren, están ahí siempre, acompañándonos”, expresó Raúl sobre una pieza que vio la luz en esta pandemia: la “mamita ángel”.

Raúl comentó que muchas personas pidieron esta obra ya que descubrieron su verdadero significado. “Se dieron cuenta que significaba que tenían a sus seres queridos ahí al lado, que tenían que valorarles, que tenían que agradecer que no estaban en la situación de otras personas que sí perdieron a sus seres queridos”, tiró el hombre.

Hay varias muestras de su obra esparcidas por todo el mundo

Raúl contó que después de las adversidades que tuvo que sortear en esta pandemia, hoy está gozando de un verdadero éxito que no está expresado justamente en lo económico, sino más bien en el reconocimiento que le dieron a su arte.

“Tenemos muchas mamitas que están en cada rincón del mundo y eso para mí es el mejor regalo. Es la herencia que me dejó mi madre. Estoy feliz porque siempre me pasan fotos de mis obras que están en Dubái, Nueva York y en otros países del mundo”, detalló. Explicó que todas sus obras recorren el mundo gracias a que recibe mucho apoyo de todos los paraguayos que se encargan de compartir todo lo que expresa con su arte.