Tiene dos hijos y un cuerpo fit ndirindindín. Contó que anda con miedo porque se desaparezcan sus abdominales entre tragos y comidas.
Tras una temporada agotadora, los grandes futbolistas se relajan de vacaciones, pero no lo hacen solos, lo hacen acompañados de sus novias y mujeres.
Ese es el caso del jugador Miguel Samudio, quien eligió rumbear hasta las playas mexicanas para relajarse. El defensor es fan de mariachilandia, teniendo en cuenta que muchos años chutó para el América y para el Querétaro.
Por tal motivo, decidieron volver a tierras del “Chavo” para relajarse bajos las palmeras y bebiendo tereré, agua de coco y unos tragos.
Samudio, defensor de Sportivo Luqueño, estuvo pasando la Navidad con una cena en medio de todos los turistas. Cuando el reloj cucú marcó las 00:00 horas el jugador y su familia se abrazaron y aplaudió el nacimiento del Niñito Jesús.
Pero durante el día, la que se llevó todos los aplausos es Lizzi Paredes, la esposa del defensor auriazul.
La doña peló cuerazo ingueroviable. Recordemos que Lizzi suda la gota gorda en el gimnasio teniendo en cuenta que es una atleta fitness. “Vine con muchos cuadritos en la panza, pero se van a borrar en 3, 2, 1…”, dijo Lizzi anunciando que se venía la gran comilona navideña.
Lizzi recorrió las playas con tragos en la mano y robó suspiros. La doña tiene dos hijos y un cuerazo envidiable. Los seguidores de Lizzi le llenaron de corazoncitos y de comentarios como “bella”, “diosa” y emoticones con corazoncitos.
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