Si bien la pandemia fue el momento más difícil que le tocó vivir a todo el mundo, durante el encierro muchos aprovecharon para poder recuperar el tiempo perdido y encender el nido.

Don Francisco Carvallo, de Laurelty, Luque, lo sabe debido a que su producto casi se convirtió en un “bien de primera necesidad” a juzgar por los pedidos que le llegaron ndaje.

El señor se dedica a la fabricación de muebles y es uno de los pocos que venden los diván tantra, por lo que se dio cuenta que si bien hasta casi faltó comida, lo que sobró en todas las casas fue cariño. El nombre de tantra viene de un estilo de la meditación que convina otras técnicas para conseguir una conexión especial con uno y con la pareja.

“Me dedico a esto hace más de 10 años. Empecé con los diván tantra cuando me llegó un pedido de un motel”, comentó el hombre. Hoy en día no solo los “reservados” hacen los pedidos, sino las parejitas también.

“Tengo muchos pedidos de forma independiente, algunos quieren personalizados, con otros colores. Otros sí que quieren con accesorios, sujetadores. Lo que pidan les pongo en sus muebles. Algunos llevan para regalos”, relató.

Don Francisco dijo que empezar a fabricar estos muebles fue todo un desafío, pero agregó que ahora se volvió más capo en el rubro.

Un diván tantra puede costar desde G. 750 mil para arriba

Don Francisco contó que por medio de estos muebles para el “amor” que fabrica y llamó diván tantra” se volvió uno de los tapiceros más famosos del país.

Además fabrica todo tipo de sofás y sillones purete que generalmente llevan los más platudos. “Tengo los sillones chesterfield, no todos acá fabrican este tipo de muebles”, dijo el capo. Mencionó que además de repartir por todo el país los sillones para “el delicioso” hasta los más platudos se van junto a él para poder hacer sus pedidos. “Un sillón diván sale 750.000 guaraníes, de acuerdo a la personalización puede subir el precio”, contó.