La tragedia por la muerte de un joven de 22 pirulos, atacado por “pirañas asesinas” en la zona de Itá Enramada (Bahía de Asunción), se pudo haber evitado, teniendo en cuenta que a finales de diciembre pasado el concejal capitalino Juan Carlos Ozorio pidió la intervención de la Bahía y prohibir el ingreso de personas para justamente no sufrir una tragedia, como la que ocurrió este último fin de semana.

El edil había presentado una minuta (documento que se trata en Sesión por la Junta), donde solicitaba a sus colegas, que la Intendencia Municipal actúe de manera urgente.

“A través de las direcciones respectivas, en conjunto con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo sostenible, solicito se pueda intervenir de manera urgente el lugar y evitar la presencia de bañistas en estas zonas”, pidió Ozorio en el documento.

Avei recordó que “la Bahía de Asunción no es un balneario y carece de licencia ambiental por lo que no está autorizado su uso”, al tiempo de indicar que tampoco tiene un sistema de medición de la calidad de agua, ni señalización de espacios.

Ángel de los Santos Brítez Céspedes, de 22 años, falleció ayer luego de ser atacado por pirañas, tras desaparecer en el cauce hídrico del río Paraguay. Tras ser hallado aún con signos de vida y pase a que se hizo todo lo posible por salvarlo, ñandereja en el hospital, debido a la gravedad de sus heridas.