Después de casi 24 horas de viaje, con retraso a casua de los largos kilómetros de embotellamiento, hoy cerca del mediodía llegó Jessica Torres junto a su familia a Florianópolis. Apenas se ubicaron en su hospedaje, ella ya se fue a tropellar la playa, con esa «locura» y buena vibra que siempre irradia por donde va.
Como se fue sin novio, porque al parecer está solita ahora, sus hombres son su papá y sus hermanos Yiyo y Mauri. A propósito, les juega a estos dos. Ellos no son bailarines, pero ella les obliga a intentar algunas
levantadas coreográficas. Mauri lo logra, pero con Yiyo se pone difícil la cosa.
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