La siempre simpática Lizzi Vergara se quedó en la calle. De repente, paró su camioneta en plena avenida. Miró su tablero y… ¡upsss!, se quedó sin combustible.
«Paró así la camioneta… Alguna vez tenía que pasar», dijo, haciendo alusión a que en más de una ocasión ya llegó a destino con el tablero marcándole «en reserva».
La cheff de TV se consoló y dijo: «Dios es bueno», porque justito, por esas cosas de la vida, el vehículo paró frente a un surtidor. Ella, como toda una lady, ni tuvo que bajarse de su camio. Un playero cargó el combu en una bolsita y se fue a asistirle.
El marido, por favor, si para la próxima puede fijarse que el tanque esté lleno para que su reina salga a aplanar las calles de la ciudad sin preocupaciones.
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