Y se le vino nomás el mazazo en la cabeza a Novak Djokovic. El ministro de Inmigración Alex Hawke canceló nuevamente su visa, agregando otro capítulo a su polémico arribo en territorio australiano.

Sin embargo, el tenista número uno del mundo, que se está preparando para disputar el Open de Australia, no será deportado, pero si será detenido mañana.

Tan sólo dos horas y 45 minutos después de la decisión del ministro de Inmigración, lo que supondría su expulsión y la imposibilidad de jugar el Open de Australia desde el lunes, el juez Anthony Kelly convocó de nuevo a las partes en una audiencia de instrucción en el Tribunal del Circuito Federal de Australia.

«Nole» será conducido mañana ante el ministerio de Inmigración a las 08:00 horas de Australia para ser interrogado de nuevo. Después, el magistrado decretó que el serbio será trasladado a las oficinas de sus abogados desde las 10:00 a las 14:00 horas para preparar su defensa. Y el domingo a las 09:00 tendrá lugar la audiencia, que se supone definitiva, en otro tribunal, ya que el caso se transfiere a la Corte Federal de Australia. Tras hablar con sus abogados mañana, el tenista volverá a permanecer detenido en un lugar que no ha sido revelado y que, según la resolución de Kelly, deben acordar las partes.

De fallar a su favor, Djokovic debutaría el lunes contra su compatriota Miomir Kecmanovic, ya que el Open de Australia anunció que el torneo arrancará con la parte alta del cuadro. El actual campeón saldría a la pista con sólo cinco entrenamientos en Melbourne, ya que hoy llevó a cabo el último.

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