Una insólita imagen de una bombera, se hizo viral en redes sociales a partir de una fotografía en la que se la ve descalza, con las botas en las manos, y con el rostro totalmente agotado de tanto guerrear contra las llamas durante horas.

La imagen recorrió tanto, que la misma fue bautizada como la “Heroína de Misiones”, puesto que le tocó cubrir junto con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios k42, con base en San Juan Misiones, toda la zona de Villa Florida, San Miguel y otros puntos que ardieron continuamente durante los últimos días.

Crónica contactó con la “Heroína de Misiones”. Su nombre es Anto Amarilla y lleva nada menos que 20 años al servicio de la ciudadanía luciendo el traje amarillo, y nunca imaginó que se volvería viral.

-¿Qué se tiente ser mencionada como una “heroína”?

-No esperé que se hiciera viral la fotografía, no dimensioné la importancia que le dan a nuestro servicio, a nuestra institución. En realidad fue una toma que por lo visto alguien captó, ya veníamos trabajando desde hace dos semanas en los incendios y fue un momento en que ya no podía más, me dolían los pies, me quité el calzado. No me percaté de la foto.

-¿Cuantos años de servicio a la comunidad?

-Hace 20 años que soy bombero. Fue a través de una invitación de amigos para la creación del Cuerpo de Bomberos en la ciudad. No es fácil la tarea, pero siempre me gustó ayudar.

-¿Qué te hizo sentir la cantidad inmensa de buenos deseos de la gente?

-Durante uno de mis descansos me puse a mirar y a leer un poco, y la verdad que me sorprendió mucho, quedé impactada. Pero como digo, no solo yo estuve en ese momento, estuvieron también mis compañeros. Somos 18 compañeros y el 60 a 70% somos mujeres.

-¿Cuál fue el momento más duro que te tocó vivir durante estas semanas de incendios?

-El momento en el que dije “hasta acá llegamos”, fue en San Miguel, en una estancia donde el fuego estaba descontrolado y quedamos encerrados dentro de todo. El fuego nos rodeó a 4 compañeros. Nos pusimos a llorar, no podíamos correr para ningún lado, eramos 3 chicas y un varón, y nos abrazamos y dijimos que si tenía que llegar hasta acá, que así sea. Pero nos armamos de valor e hicimos lo que pudimos. Logramos salvar la zona y logramos salvarnos nosotros mismos.

-¿Sos madre, esposa, hija? Qué dice la familia sobre arriesgar tu vida casi a diario?

-Soy hija, soy mamá de dos criaturas (una de 13 y otra de 3 años), tengo hermanos, un hermano es voluntario igual que yo. Mi nena ya entiende lo que hago, me apoya muchísimo y se queda con su hermanito a cuidarlo. Siempre está el miedo, incluso mi mamá me llamó en estos días y me dijo que estaba rezando, que nos cuidemos y justo en ese momento ya estaba lloviendo en Villa Florida.

-¿La lluvia fue como un renacer para todos?

-El momento de la lluvia fue lo mejor, festejamos con abrazos, llantos y gritos. La lluvia llegó justo en el momento en que fuimos a descansar un rato.

-¿Qué decís a la gente que quiere convertirse en voluntario?

-Es una vocación, porque tenés que estar segura de querer ayudar, porque una vez que ingresás, abandonás la familia. Hay días sin cumpleaños, sin acontecimientos especiales, te levantás de la mesa para ir a un llamado, porque el llamado es más fuerte. Es un compromiso que se asume con la ciudadanía. Es una gran responsabilidad, y la persona que quiera ingresar debe tener esa vocación de servir a los demás.

-¿Un pensamiento acerca de los incendios provocados?

-Lastimosamente es una realidad, tuvimos claramente casos en distintos puntos, donde personas empezaban a incendiar, pasó en Villa Florida. Lastimosamente los pirómanos están siempre al acecho. La inconciencia de la gente jugó mucho en estos días y espero que acabe.