Según datos brindados por la policía, los asesinos del ciudadano ruso, tenían la intención de pedir un rescate por el hombre, pese a que ya lo habían descuartizado y enterrado, en un patio baldío en la ciudad de Ypané. El terrible final del ruso habría sido por una deuda de 200.000 dólares, según los investigadores.

Los sicarios que llegaron a nuestro país con la única intención de cobrar su plata, ya fueron imputados ayer por la fiscalía, por los hechos de homicidio agravado y hurto agravado. Los mismos fueros aprendidos en el aeropuerto Silvio Pettirossi, cuando iban a devolver el auto alquilado en el cual se movilizaban desde el 22 de enero, fecha en la que habían ingresado al país.

El pasado tres de febrero el ahora fallecido habría desaparecido de su Motel en la ciudad de Emboscada, según contaron los intervinientes en una conferencia de prensa. Sus asesinos estaban a alojados en el motel de su propiedad en la pieza 7 y 8 respectivamente.

Siguieron relatando que en la madrugada del jueves tres de febrero, los sicarios se quejaron de una supuesta falla de cañería en una de las habitaciones, por lo que la víctima fue a verificar. Cuando entro a la pieza fue atacado brutalmente por los ciudadanos bolivianos.

Los matones se encargaron de limpiar todo el lugar con productos de limpieza que habían preparado para el efecto, lo que hace suponer a los intervinientes que son asesinos profesionales.

Posteriormente sacaron a su víctima totalmente inconsciente en su propia camioneta para trasladarse a una casa alquilada en la ciudad de San Antonio, en el departamento Central, fue ahí donde el hombre falleció lentamente.

El pasado martes los asesinos enterraron a su víctima en la ciudad de Ypané, el cuerpo fue desmembrado y colocado en dos bolsos y finalmente fue desenterrado por la policía en la madrugada del pasado viernes.