“Nacimos con el gusto por los castillos y vivir en un cerro, eso tal vez fue lo que nos unió”, dijo Mariela, propietaria del Castillo Caballero Templario, quien junto con su esposo Lorenzo, a pulso, hace 4 años empezaron a hacer realidad su sueño con la impresionante construcción que por su belleza capta la atención a la entrada de la ciudad de Tobatí, en el departamento de Cordillera.

La mujer contó que con su esposo siempre soñaban despiertos y que con fe y perseverancia pudieron concretar ese deseo. La pareja es oriunda del Chaco paraguayo donde “no hay una sola elevación y menos castillos. Nos tildaban de locos cuando hablábamos de que construiríamos un castillo, pero esa locura se convirtió en una maravilla que no tiene comparación”.

“Mi marido diseñó y empezó la construcción de su propio castillo. Cuando compramos el terreno hace 4 años atrás, era un lugar inhóspito. Junto con mis dos hijos menores nos encargamos de limpiar porque cuando eso ya teníamos la ilusión de crear nuestro propio castillo”, he’i.

Contó que se inclinaron por el nombre de Templarios porque ellos eran los soldados de Cristo. “Nosotros también nos consideramos soldados de Cristo, somo católicos pero no participamos mucho de las misas, aunque tratamos de mejorar día a día como personas. Ahora nuestro sueño es crear en este castillo un comedor para gente de escasos recursos, niños de la calle, hijos de madres solteras, abuelitos que no tienen qué comer, lo cual estaríamos solventado gracias a la entrada que pagan los visitantes. Ese es otro sueño que muy pronto lo vamos a realizar”, dijo.

El castillo esta ubicado en el Km 63 está abierto al público como un emprendimiento turístico y aseguran que el que visitó vuelve una y otra vez.

“El emprendimiento es familiar. Mi marido, mis hijos y yo nos encargamos de todo. Atendemos a los visitantes y nos encargamos de la limpieza. Abrimos de martes a domingos de 7 de la mañana a 7 de la tarde. Pero también hay lugares para acampar en el jardín del castillo para los que quieren venir a pasar el día. Le proveemos de la parrilla si quieren hacer un asadito”, he’i.

“El objetivo es que se integren como familia, que se vuelvan a encontrar como familia, que puedan compartir un día diferente, el lugar es alcahuete ya que no hay mucha señal para el celular, muchos por lo menos pueden sentarse a conversar , creo que ya cumplimos con el objetivo ya que la gente deja de lado sus teléfonos y se sientan a conversar” expreso

El maravilloso lugar también cuenta con un arroyo. Hace un año que fue habilitado y ya fueron más de 10.000 personas las que llegaron a visitar. La entrada es de 25 mil guaraníes por persona y los niños menores de 12 años no pagan. Según la propietaria es el lugar ideal para desconectarse de la vida ajetreada que llevamos y pasar una jornada para recargar totalmente las energías.