Por Ariamne Roa

En un bus camino a la ciudad de Constancia-Rumania, el pelotero paraguayo quien pudo escapar de la guerra en Ucrania habló en exclusiva con Crónica y dijo que «Gracias a un ángel de la guarda estoy a salvo».

Además, José Ariel López se tomó el tiempo de contarnos toda la travesía que está pasando para poder retornar a nuestro país, y así poder abrazar a su familia, además agradeció al pueblo paraguayo por sus oraciones y también a las autoridades por el apoyo.

«Ya estoy a salvo, estoy en Rumania, todavía no puedo dimensionar por lo que estoy pasando, pero gracias a Dios ya me siento a salvo, me estoy dirigiendo a la ciudad de Constancia. De allí la embajada de Argentina, con quienes tengo contacto permanente, me va a trasladar a la capital de Rumania para poder tomar un vuelo con destino a Paraguay. Me dijeron que podría ser entre mañana o el lunes. ‘Para nosotros ahora sos un argentino y no vamos a parar hasta que estés a salvo en tu país, te vamos a sacar de acá’, me dijeron los representantes de la Embajada Argentina» contó muy emocionado.

También reveló que la cocinera del hotel donde estaba alojado, una mujer de nacionalidad ucraniana, fue quien le acompañó en todo momento. Le prometió que lo ayudaría a salir de su país y cumplió. «La señora Ira, me dijo que mantuviera la calma que había una opción para salir del país y que ella me iba a ayudar. Me contó que algunos familiares de ella iban a ir en un colectivo hasta Rumania y que si yo quería podía ir con ellos, ella misma me buscó en el hotel y no me abandonó hasta que el colectivo salió», presumió el joven pelotero.

El club que lo contrató también lo ayudó a escapar

Por otra parte, López también contó que el señor Boris, empresario del club en donde él fue para jugar, tampoco lo abandonó en ningún momento. «Boris y la señora Ira me protegieron en todo momento y me cuidaron como a un hijo, no tengo palabras de agradecimiento para con ellos, ahora ya me siento seguro por tener apoyo», expresó.

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Las autoridades de nuestro país también están siguiendo su sitú de cerca y le dijeron que «hasta que llegues a Paraguay, no vamos a estar tranquilos»…

«Dios siempre pone a personas en nuestro camino, que se convierten en nuestro ángel guardián. Para mí la señora Ira es eso, ella me dijo que como mamá no se puede imaginar a su hijo lejos de ella y en estas circunstancias. Me dijo que se ponía en el lugar de mi familia por eso no dudo ni un segundo para ayudarme, ella me tenía como a un hijo, ya me volvió a llamar para saber cómo estoy si llegamos bien y siguió ofreciéndome su ayuda para lo que pudiera necesitar», relató.

SU VIAJE A RUMANÍA Y SU ÁNGEL DE LA GUARDA

Asimismo, López seguro que viajó en el colectivo con unos 30 ucranianos y que él era el único extranjero entre ellos: «la verdad venía rezando con el corazón en la boca porque no sabía qué podría pasar en el camino. Llegamos a Rumania a eso de las seis de la tarde de hoy sábado 26 de febrero, y ahora vamos a viajar por unas tres horas para llegar hasta Constancia. Gracias a Dios ya estoy a salvo y todo lo que me pasó es para mí como una pesadilla, una vez más quiero agradecer por las oraciones», dijo.

José contó que no perdió la calma en ningún momento ya que se considera una persona de mucha fé y que era él quien le daba contención a su familia aquí en Paraguay. Para que se tranquilicen y no se preocuparan tanto, finalmente pudo escapar del país en guerra gracias a una doña a quién él considera su «ángel de la guarda».