Un verdadero polvorín es el que se está viviendo en una tensa calma dentro del Penal de Emboscada, donde está encerrado Bernardo López Sosa (33), quien asesinó a su pareja, Vanesa Gisselle V., quien la fue a visitar en la privada y amaneció sin vida.

Al hombre, que cayó en su momento justamente como principal sospechoso de la muerte de su esposa Marta Navarro hace casi 8 años, le buscaron por todos lados un nuevo lugar donde recluirlo, atendiendo a que después de su acción, su cabeza tendría precio.

Por un lado, se supo que el hermano de la última víctima fatal se encuentra recluido igualmente en el Penal de Emboscada, lo que podría representar un peligro en el sentido que se intente vengar el asesinato de Vanessa.

Por otro lado, como con el crimen que se cometió en el lugar el Ministerio del Interior prohibió que se sigan dando visitas conyugales, varios reclusos son los que le tienen entre ceja y ceja al prójimo.

“Vamos a trasladar a este hombre en otra penitenciaría porque la vida y la integridad de esta persona están en juego, vamos a estar teniendo una suerte de control y monitoreo de este reo para que no sufra ningún tipo de atentado”, indicó el ministro del Interior Federico González al respecto.