Una sarambí de novela, digno de un guión de película de Hollywood, se armó en la ciudad de Bella Vista, distrito de Yhú, anoche, que tuvo como protagonista a un joven agresor, sus familiares y efectivos policiales de la Sub Comisaria 030 de la ciudad.

Todo comenzó tras una denuncia por violencia familiar que presentó una mujer contra su pareja. Liliana Elizabeth Morínigo (18), fue a pedir socorro a los uniformados de la zona, denunciando que su pareja Juan Gabriel Morel (20), la estaba maltratando y que se llevó a su hija menor.

De acuerdo a los datos, el tipo ya cuenta con orden de captura por violación de la ley Nº 716/96, delitos contra el medio ambiente, pero al parecer, eso le importó un cuerno y siguió con sus andanzas.

Intervención, discusión y disparo

Tras la denuncia, los suboficiales segundos, Cristobal Aguirre y César Ruíz, se trasladaron hasta el domicilio del padre del sindicado. Al llegar lugar, Morel supuestamente no quiso saber nada y se metió en una discusión con los uniformados.

Incluso, según el reporte, los amenazó con un machete y seguidamente procedió a ocasionar daños al vehículo particular en el que se trasladaron los uniformados. Ante esto, el Sub Ofic Aguirre, tomó una escopeta para intimar al denunciado para que deje de crear disturbios y daños.

Sin embargo -y siempre en base al reporte- repentinamente el arma se disparó de manera accidental hacia el denunciado, que recibió una herida en el abdomen lado derecho. Los mismos oficiales trasladaron al muchacho al puesto de salud de Vaquería,  y de allí, al Hospital de Caaguazú donde quedó internado.

Ataque «comando» a la Comisaría

Tras este guarara, se registró otro incidente. Familiares y vecinos del herido quisieron tomar venganza contra los polis y atropellaron con palos y piedras la sede Sub Comisaría, agrediendo avei a los uniformados que estaban en el lugar.

Un ñato de nombre Antonio Cabañas, alias Lembú, fue el supuesto cabecilla de la turba. Se informó que echaron la puerta principal y reventaron el vidrió de la ventana de la parte frontal, quemando a su paso una motocicleta que estaba estacionado en el patio.

No contento con esto,  siguieron atacando a los policías y los despojaron de una escopeta calibre 12mmm y una pistola Bull Cherokee. Al verse avasallados, los oficiales no tuvieron más remedio que pedir avei socorro a oficiales de otras dependencias cercanas, para finalmente controlar la situación.

En cuanto a Morel, esta madrugada ya fue trasladado al Hospital del Trauma de nuestra capital para ser atendido, teniendo en cuenta la gravedad de la herida que recibió.