En un verdadero partidazo, el Manchester City tomó ventaja para llegar a la final de la Champions al tumbar por 4-3 al Real Madrid, que sin embargo salió vivo de Inglaterra e intentará hacer valer lo suyo en el juego de revancha de las semifinales de Champions, a jugarse dentro de una semana en el estadio Santiago Bernabeu.

Se puede decir que el City literalmente tuvo todo a su favor para asegurar la eliminatoria, porque en menos de 12 minutos, ya ganaba 2-0 con los goles de Kevin de Bruyne de cabeza (2′) y Gabriel Jesús (11′). Pero tras desperdiciar un tercer tanto, apareció el capitán blanco Karim Benzema para poner el descuento a los 33′ y fue otro partido.

Con ese marcador se fueron al descanso. El City volvió a mandar frente al arco del Madrid con el gol de Phil  Foden (53′) para el 3-1, pero tras una gran jugada personal y mejor definición, Vinicius volvió a descontar, dos minutos después.

Luego de varios intentos ofensivos frente a ambos arcos, el City llegó al cuarto en una rara jugada. Bernardo Silva aprovechó que todos se quedaron parados creyendo que el árbitro iba a pitar una falta previa sobre otro compañero, para meter un tremendo zurdazo, que se coló en el ángulo de un sorprendido arquero Courtois (74′).

Pero el Madrid es el Madrid. Cuando parecía que el City tenía controlado el partido, una mano de Aymeric Laporte fue sancionada con un penal que transformó Benzema, con gran clase y sangre fría, «picando» el penal para engañar completamente al arquero Ederson en el minuto 82.

Con este marcador, se presume una revancha tremenda en Madrid la semana que viene, donde puede pasar de todo. El más guapo será el finalista de la Champions.