Por más que estuvo en la cacerolita, no aprendió. De hecho, en mayo del 2020, hace dos años, ya lo habían pillado que desde la mismísima cárcel de Tacumbú el tipo estaba a full con la “sextorsión”. De hecho, un crimen similar fue el que lo llevó a estar tras las rejas. Ahora, a dos años de ese hecho, vuelve a caer, esta vuelta, violentando un arresto domiciliario que en nada lo privó de seguir como si nada con su “actividad”.
El hombre, Óscar C., fue detedido en la ciudad de Belén, en el departamento de Concepción, donde una vez más estaba haciendo de las suyas.
De acuerdo a los reportes que se tienen, el mismo seguía usando el mismo anzuelo para atrapar a mujeres e entre 18 y 25 años a las que ofrecía un “trabajo” de promotoras. Todo comenzaba con el contacto vía redes sociales, donde “embelesaba” a las mismas diciéndoles que tenían un gran cuerpo y que les podía conseguir forma de generar dinero.
Lo primero que hacía era pedir fotografías normales, pero luego, con excusas, iba pidiendo imágenes cada vez más atrevidas que ya eran poco menos que eróticas. Con estas comenzaba la extorsión a las mujeres.
El fiscal Joel Cazal inició las pesquisas que llevaron a las autoridades a allanar la casa de Cardozo, de cuyo poder se incautaron celulares, chips y otros elementos que serán analizados, para saber a cuántas personas estaba extorsionando el hombre.
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