Día a día, el mundo se encarga de demostrar que cuando de drogas se trata, no hay límites. Así como se vieron cientos de casos en los que usan a seres humanos como “mulas”, a la hora de distribuirlas tampoco se notan que alguien tenga conciencia más allá de la ambición de más poder y dinero.

El caso ahora sacudió a la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos ashá en la Argentina, viste, donde un chico de 10 años fue pillado con bolsitas en las que tenía cocaína. El mismo no “actuaba” solo, sino que tenía como “proveedor” a otro chico de unos 12 años que entraba en el primer año de la media (sería el 8.vo grado en nuestro país), quien a su vez recibía órdenes de una persona adulta que era la distribuidora.

El hecho se conoció cuando un alumno de la primaria observó el momento en que otro estudiante -dos años mayor- le entregaba los envoltorios a un compañero para que se la venda a otros chiquitos de 10 años en promedio. Por ello, decidió avisar a su maestra. Al ser abordado por la docente, el chico inicialmente intentó esconder la droga y luego, ante la insistencia, cedió.

l sospechoso polvo blanco hallado en las manos de un chico de 10 años encendió las alarmas sobre la posible presencia de cocaína en la escuela. Frente a esa situación, las autoridades de la institución dieron aviso a la Policía.

Los menores fueron trasladados al hospital San Roque. Allí corroboraron que no habían ingerido la droga. Además, convocaron a los padres para intentar determinar cómo llegó la droga a manos de los chicos.