Un papá, quien había sido procesado por violencia familiar por un hecho que ocurrió en el 2019, fue condenado a 3 años y 6 meses de cacerolita tras ser encontrado culpable de haber garroteado cruelmente a su hijo.

Según la acusación, el hombre llegó borracho a la casa llevando la cena; su hijo estaba con dolor de diente y rechazó la comida. Esta situación enervó al papá, quien primeramente maltrató verbalmente al niño y luego lo cintareó todo mal, ocasionándole heridas en el hombro, la espalda, cintura y la cara.

La denuncia fue hecha por la mamá del menor, quien manifestó que su hijo ya había sido brutalmente agredido en otras ocasiones por su padre. Inclusive, dijo que ella también era violentada sicológicamente por su pareja.

Tras tomar intervención en el caso, el Ministerio Público dispuso que el pequeño sea inspeccionado por un médico forense y una profesional sicóloga del Centro de Atención a Víctimas, quienes confirmaron la agresión sufrida por el mismo.