Por la pinta que la situación no afecta solo a los que trabajan sino también a los que roban. Es que en Concepción los malandros van “pelando” lo que sea a su paso y ni el alumbrado público se salva ra’e.
El caso se registró en la capital departamental donde los “amigos de lo ajeno” primero pasaron por un terreno que se encuentra amurallado y que tenía un hermoso portón de hierro. Ni cortos ni perezosos, los desgraciados lo sacaron de cuajo y se lo llevaron como si nada.
No contento con esto, se les prendió la lamparita y se robaron el foco de un alumbrado público que estaba a unos metros.
Lo llamativo para la propietaria del terreno es que el portón es enorme y de gran peso por lo que, a no ser que Superman esté por el mal camino, se sospecha que debió ser todo un grupo de hombres el que dio el golpe.
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