Hoy se cumplen dos meses de aquella noche en que Froilán Benegas, un humilde guardia de seguridad, se convertía en un héroe. El hombre peleó contra la corriente para llegar hasta un niño que se sostenía fuertemente de un árbol para no ser arrastrado por el furioso raudal.

«Ya no sé como decir gracias, jamás pensé tener todo lo que hoy día tengo, recuerdo que justamente hoy hace dos meses de ese día, reamente yo no pensé dos veces para rescatar a nene, lo hice de corazón sin esperar nada a cambio» expresó.

Froilán recibió todo tipo de reconocimiento luego de su heroico acto, mencionó que «Si ese día nos moríamos con el chico, hoy ya nadie nos recordaría, pero la vida me premio y si me voy hoy ya estoy tranquilo porque mis hijos ya van a quedar en la calle», dijo.

Entre los tantos regalos que recibió, se encuentra el terreno que le entregó el senador Sergio Godoy, que además le dio trabajo, en agradecimiento por haber salvado a su pequeño, hoy día ya están colocando los primeros cimientos en el terreno ubicado en la ciudad de Limpio.

«La abuela de Renato, me está construyendo la casa, ella es arquitecta, de verdad que eso yo no me esperaba, ya no sé cómo agradecer a esta gente, me tratan como si yo fuera de su familia, me cambiaron la vida» he’i a Crónica.

El joven de 28 años dijo que jamás ni en sus más remotos sueños podría imaginar que tendría una casa como la que le estén construyendo. «La casa va a tener tres dormitorios, el baño y una sala, cocina y comedor, es muy grande y hasta mis hijos van a tener su propia pieza, no me cabe en el pecho tanta alegría» dijo a este medio.

Contó que la construcción inicio con los primeros cimientos el pasado jueves y en unos meses más ya se podrá mudar a su tan ansiada casa propia «En unos meses ya va a terminar la casa, la arquitecta se encarga de todo es un regalo que no no esperaba ni imaginaba siquiera» contó.

Una torrencial lluvia que parecía un diluvió se había desatado en todo el país en la tarde del pasado 23 de marzo, la capital fue la más afectada.  Sobre las calles Itapúa y Molas López, de Asunción.

Benegas, fue a cubrir ocasionalmente a un compañero en un edificio de la zona, ese día apenas llegó a su lugar de trabajo porque las ruedas de su motocicleta fueron destrozadas por el camino, pero al parecer el destino lo estaba llamando para cambiarle la vida.