Una historia de robo con un final “feliz”, por decirlo de alguna manera, es el que se vivió este sábado, donde un trabajador de plataformas de traslado sufrió las consecuencias de la alta inseguridad que se vive actualmente a nivel país.

Poco después de la 1 de la mañana, Eider Daniel, de 22 años, quien se gana el pan de cada día como chofer de Bolt, fue alteado por un fulano que lo que quería no era exactamente un traslado, aunque fija que el día que se lo agarre sí será trasladado, pero a la cacerolita.

Lo cierto es que le dejó a pie al trabajador y se fue con su auto. Destruido por dentro por la impotencia de estar a la merced de estos malparidos y, además, por haber pedido su herramienta de trabajo, a Eider no le quedó de otra que ir a hacer la denuncia.

Oh casualidad que horas después el auto robado, un Toyota Ractis año 2007, fue abandonado por un ñorso en la ciudad de Ypané. Quien vicheó al fulano he’i que se bajó del auto y se mandó a mudar en un taxi.

Dieron aviso a los uniformados del abandono y al ver que coincidía con el de la denuncia, fueron a revisar. Al constatar que era el mismo auto, dieron aviso al denunciante.

Por orden fiscal, hecho todos los vicheos correspondientes para dar con el responsable, se le devolvió el rodado al hombre.