Un hombre que fue mordido por una serpiente (yarará), en la ciudad de General Díaz, Ñeembucú, la pasó re mal luego que su familia no consiguiera ambulancia para trasladarlo del Centro de Salud local al Hospital Regional de Pilar. El arriero tuvo que ser socorrido de otra forma y trasladado hasta la ciudad de Corrientes, Argentina, para ser atendido como corresponde.

Se trata de Diego Salazar, de 52 años de edad, quien pasó las de Caín luego de la mordedura de la serpiente. Su señora lo llevó hasta el Centro de Salud local, donde solo estaban atendiendo un enfermero de guardia y un licenciado, quienes manifestaron que supuestamente no contaban con médico de guardia en ese momento ni con el suero antiofídico para el tratamiento porque los que tenían ndaje estaba ya vencidos.

Tras la serie de inconvenientes con que tropezó de entrada, se buscó trasladarlo hasta el Hospital Regional de Pilar, pero de nuevo, esta vez tampoco había ambulancia.

Hablando de aquí para allá, sin encontrar respuestas a las miles de interrogantes que surgieron en ese momento, se consiguió llevarlo en una canoa hasta la ciudad de Corrientes, donde sí fue atendido y tratado.

Gracias a eso, según dijeron los familiares, don Diego salvó su vida.