El departamento de Amambay sigue siendo el más castigado por los hechos de asesinato y sicariato en nuestro país, ante la desidia de las autoridades que, está a la vista, no hacen lo suficiente por proteger a la gente. La inseguridad en las calles es tal que, de hecho, ni siquiera los uniformados están a salvo, al punto que esta vez la víctima fatal fue un policía.

El suboficial inspector Luis Peralta, de 36 años de edad, fue el blanco de asesinos. Recibió varios impactos de bala, en pleno centro de Capitán Bado, de parte de dos mal nacidos que se movilizaban en una motocicleta.

El finado uniformado estaba asignado a la oficina regional del Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional en la ciudad fronteriza con Brasil.

Se especula que el arma que utilizaron los sicarios es una pistola automática calibre 9 milímetros, desde la cual se ejecutaron varios tiros contra el suboficial inspector.

La forma violenta en la que se produjo el crimen hace que la primera hipótesis que se maneja sea ajuste de cuentas, aunque no se sabe porqué se habría dado.

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