Cícero João de Cezare, conocido como Cicinho, tocó el cielo con las manos cuando en el año 2005 fue contratado por el Real Madrid de España. Tenía todo para ser una estrella mundial: Juventud, talento, estaba en uno de los mejores clubes del mundo y a su lado jugaban Iker Casillas, Sergio Ramos, Ronaldo Nazario y Zinedine Zidane, entre otros.

Pero el fracasó. Tenía una enfermedad que no sabía que tenía pero que lo venía arrastrando desde temprana edad. Era alcohólico.

El joven se había destacado en Botafogo, Atlético Mineiro y San Pablo y aterrizaba en un club plagado de figuras y hambriento de títulos, sin embargo nunca logró alcanzar el nivel esperado y en dos temporadas jugó apenas 32 partidos.

En entrevista con el programa Ressaca, de la cadena brasileña EPTV el exjugador confesó que estando en el Real Madrid fue imposible controlar su problema con el alcohol, a tal punto que iba borrado a las prácticas.

“Cuando tenía 13 años, fue cuando probé el alcohol por primera vez, y nunca paré. Yo vivía en el campo, y los fines de semana nos reuníamos con amigos y salíamos a las plazas, discotecas. Le pedía a los adultos que fueran a comprar y bebía a escondidas de mis padres y de la policía. El alcohol te rodea de gente a la que le gusta ese estilo de vida, y la gente que te quiere de verdad se queda fuera”, contó Cicinho.

Después añadió, “Cuando golpean una pared y te dicen que no está bien, no quieres escucharlo. Tengo un hijo de 15 años y siempre le pido disculpas. En ese momento él tenía dos años y ni siquiera lo entendía bien, pero eso quedó grabado en mi cabeza”.

Y al final de la charla reveló que iba ka´ure a los entrenamientos del Real, “Si me preguntan si alguna vez he estado borracho para entrenar con el Real Madrid… sí, lo hice. Bebía café para quitarme el aliento y me bañaba con perfume”, he´í.

Alejado del fútbol, Cicinho se dedica a pregonar el mensaje de Dios junto a su esposa y hace 10 años que no bebe alcohol.