Un insólito caso ocurrió en Indonesia, cuando una joven de 22 años recién casada, pilló que el «hombre» a quien juró amor eterno hace apenas 10 meses en realidad era una mujer disfrazada de arriero.

La chica había conocido al supuesto hombre a través de una aplicación de citas y luego de un par de semanas de noviazgo se casó con él, pero la mentira de su ména no era solo sobre su género, también le mintió al decirle que era un prestigioso neurocirujano.

Aunque la boda no fue aprobada por el estado ni el matrimonio fue registrado legalmente porque el «hombre» no pudo presentar los documentos legales requeridos, el matrimonio solo fue reconocido por la religión.

Luego de cuatro meses de vivir juntos en la casa de la esposa, la familia empezó a sospechar de que algo no andaba bien. La mamá de la joven comenzó a sospechar de su «yerno», pues nunca quiso presentar a su familia, además de que, pese a que decía trabajar como médico especializado, tenía horarios demasiado flexibles, y constantemente les pedía dinero, supuestamente para atender una enfermedad de su papá.

Por último, la madre notó que su «yerno» nunca se quitaba la ropa para bañarse cuando toda la familia se encontraba en la casa. Por su parte, la joven comenzó a sospechar de su marido cuando notó que tenía pechos y, al ser cuestionado dijo que era un problema hormonal.

Fue hasta que su mamá le exigió al tipo que se desnudara para comprobar lo que ya venían sospechando: se trataba de una mujer disfrazada de hombre y que mintió sobre todo.

Tras la confesión, la esposa demandó a su pareja ante el Tribunal de Distrito de Jambi, declarando que jamás imaginó que estuviera casada con una mujer.

La esposa engañada dijo que pensó que habían tenido relaciones sexuales con penetración mientras estaban casados, aunque admitió que él insistía en usar solo las manos. Dijo además que su pareja le pedía “no mirar directamente sus genitales”. También reveló que sus ojos siempre estaban “cubiertos con un paño” cuando tenían relaciones.