El Palmeiras demostró porqué es el actual bicampeón de la Copa Libertadores y el haber sido el equipo más contundente y goleador de la fase de grupos.

El cuadro rapai necesitó apenas de unos minutos en el segundo tiempo para despachar al Ciclón en su propia Olla y apuntalar una goleada de 3-0 que deja al cuadro del «Chiqui» Arce herido de muerte, de cara a la revancha en Sao Paulo, donde necesitará más que un milagro para volcar a su favor esta serie de octavos.

Una misión casi imposible, considerando los pergaminos del rival, que luego de chocar con el buen sistema táctico que aplicó del DT azulgrana, sacó a relucir toda la jerarquía de sus jugadores para marcar la amplia diferencia en el resultado.

Y decimos el resultado, porque en el trámite previo, el partido estuvo parejo, sobretodo en el primer tiempo, donde la superpoblación de volantes azulgranas no permitió el despliegue habitual de un equipo que siempre mete miedo de mediocampo para arriba.

Pero a Cerro le faltó complementar ese buen trabajo de sus volantes con una mayor presencia en ataque. Braian Samudio, debutante, tuvo que lidiar casi siempre con dos o tres defensores. Así, difícil. De todas formas, fue el Ciclón el que dispuso de la ocasión más clara para anotar en esa etapa.

Espínola ganó el fondo y su centro le quedó servido por el otro sector a Alan Benítez, que tras acomodar con el pecho y completamente solo, sacó el remate que fue interceptado por Gustavo Gómez.

El «apriete» azulgrana fue más insistente al comienzo del segundo tiempo, pero sin profundidad. Fue ahí que el Palmeiras comenzó a meter caja quinta para marcar la diferencia. Dudu, Veiga y sobretodo Scarpa comenzaron a moverse diferente y fue otra cosa.

Jean salvó por dos veces su arco en la previa del primer gol del cuadro paulista. Scarpa sacó a relucir su gran pegada para un centro a la cabeza de Rony, ante la mala cobertura de Alan Rodríguez y Riveros. El delantero, letal, no perdonó a Jean.

Nueve minutos después, otra vez Scarpa rompió lineas para habilitar a Dudu, que con toque suave cedió el balón a Rony, quien la mandó a guardar. Aunque el asistente marcó posición adelantada, el VAR hizo justicia (Dudu estaba habilitado) y validó el gol del «verdao». El 2-0 terminó por desinflar a Cerro, que ya no tuvo opciones.

El tercer tanto llegó por consecuencia lógica de un equipo superior ante otro que estaba entregado. Gustavo Gómez bajó de cabeza un córner desde el sector derecho para que su compañero de zaga, Murilo, defina a placer. Jean le privó el gol en el primer remate, pero en el rebote ya no perdonó, ante la nula reacción de los zagueros.

Ahí se acabó la historia de este partido, y quizás la serie, porque pensar en una remontada en Sao Paulo, hasta parece irreal. De todas formas, en el fútbol nunca está dicha la última palabra.

SÍNTESIS. Estadio: La Nueva Olla. Árbitro: Wilmar Roldán (Colombia). Goles: 60′ y 69′ Rony, 87′ Murilo (P). Amonestados: Espínola (CP), Scarpa (P).

CERRO PORTEÑO (0): Jean Fernandes; Alberto Espínola, Williams Riveros, Alexis Duarte y Alan Rodríguez; Alan Benítez (71′ A. Oviedo), Rafael Carrascal, Angel C. Lucena (74′ E. Giménez), Robert Piris Da Motta y Claudio Aquino (81′ L. Vargas); Braian Samudio (81′ M. Moreno). DT: Francisco Arce.

PALMEIRAS (3): Weverton; Marcos Rocha, Gómez, Murilo Cerqueira, Piquerez; Danilo y Zé Rafael (86′ Luan); Dudu (77′ Wesley), Scarpa (77′ G. Verón), Veiga (77′ G. Menino); Rony (86′ R. Navarro). DT: Abel Ferreira.