Uno de esos casos de escopeta fue l que se dio en la zona del barrio Santa Librada de Encarnación, donde un joven de unos 19 años, quien según algunos sería un conocido “chespi” de la zona, vivió un momento en el que decir que es el rey de los tyeraku es poco. Es más, fue él mismo, según los reportes, quien terminó llamando a la policía luego del atraco fallido.

Según los reportes que llegan desde el sur del país, el joven se metió en una hacienda con la intención de hacerse de algo de valor. Pero, como el sigilo no es su fuerte, fue pillado por el responsable del lugar.

Al darse cuenta, más rápido que eliminación de equipos paraguayos en copas internacionales, el tipo salió corriendo. En un momento dado, por culpa del terreno, pisó mal y se sacó la rodilla de lugar. ¡¡¡Ay que dolor!!!

Ahí nomás se quedó tendido, sin que haga falta revisar el VAR ni nada. No, tranquilo, no fue penal para… Lo que sí que era tanto el dolor que no le quedó de otra que llamar a la policía, bien custodiado por quien salió en su búsqueda tras el robo fallido, para pedir que se lo busque y se lo lleve a un hospital.

Una vez que visitó a los de blanco, le colocaron la rodilla en su lugar. Cuando ya estaba en condiciones, los uniformados lo invitaron a vivir momentos únicos de reflexión en el cómodo calabozo de la Comisaría 40 San Isidro.